Internacionales|Egipcios antiguos adoraban animales y a maestros cerveceros

Que los egipcios antiguos adoraban a los ibis, gatos y cocodrilos del Nilo es conocido, lo novedoso hoy es que también rendían pleitesía a los maestros cerveceros.

Un grupo de arqueólogos japoneses realizaba rutinarias tareas de limpieza cuando se dieron de manos a boca con el sepulcro de Khonso Im Heb, maestro cervecero de dioses y humanos durante el reinado del faraón Amenhotep III, a quien, según los indicios, le gustaba la marca de Khonso, si es que la tenía.

Aunque algunos atribuyen la paternidad de la cerveza a los alemanes, por lo bien que la fabrican, en realidad la bebida tiene sus orígenes en el antiguo Egipto, cuyos súbditos la tomaban como desayuno y con cualquier pretexto, lo mismo que ahora.

Aunque no alcanzó status para construirse una pirámide, el finado Khonso si logró que le erigieran un mausoleo de manera que nos maravilláramos tres mil años después de su partida al paraíso de los cerveceros.

El Ministerio de Antigüedades egipcio circuló una comunicación según la cual la tumba del maestro tiene forma de T con dos salas y una cámara mortuoria, compartida con otro sepulcro inconcluso cuyo residente aún está por identificar.

Del hallazgo se desprende que a diferencia de dignatarios faraónicos homenajeados por su celo en el cobro de impuestos, tarea que les acarreaba el odio popular, Khonso era apreciado por los mortales y por los dioses pues según las inscripciones proveía a la diosa Mut, por más señas madre de todos los dioses.

Esa deidad era representada desnuda y a gatas sobre la tierra, aunque nadie se ha atrevido a aventurar la tesis de que los efectos de la cerveza de Khonso ingerida en exceso la compelieran a quitarse la ropa y le impidieran mantenerse erguida o a alterar el orden público.

Fuente/Prensa Latina
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