La fuerte resistencia de las fuerzas libias, al mando del presidente Muammar Al Gaddafi, logró repeler el ataque sobre la ciudad de Bani Walid por parte de los rebeldes apoyados por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
A lo largo del domingo, tanto en Bani Walid como en Sirte se han registrado intensos combates entre el Ejército y grupos armados.
Los bombardeos de la OTAN contra el pueblo libio han continuado durante toda la semana, registrándose centenares de heridos así como fallecidos civiles.
El pasado 17 de Marzo, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó los bombardeos en Libia alegando que los mismos eran en “protección” de los civiles.
Las agresiones, que fueron criticadas por diferentes actores de la comunidad internacional pero apoyadas por fuerzas imperialistas, habían causado hasta el último reporte de las autoridades – emitido a finales de julio- más de mil 300 muertes, entre ellas más de dos centenares de niños.
Entre las pérdidas también se cuentan destrucciones de arquitectura, como universidades y hospitales.