«El espantapájaros», la primera película comercial de animación en 3D palestina, según sus autores, narra en 40 minutos la odisea de Rima, de 9 años, apegada al espantapájaros que le dejaron sus padres, fallecidos en un accidente de tráfico, que simboliza a los fieles guardianes de la tierra.
El drama se desata cuando un soldado israelí elimina el espantapájaros del campo de la familia en un pueblo cerca de la frontera con Israel. La niña inicia entonces con sus compañeros de clase una búsqueda para encontrarlo, que despierta muchos recuerdos, evocando los sufrimientos de los refugiados palestinos, según el director Jalil al Mazen.
«El mundo está acostumbrado a ver a los niños de Palestina en medio de la muerte, la destrucción y la guerra, pero esta película se centra en sus sueños comunes y se apoya en la imagen y las reacciones. El juicio pertenece al espectador», dice.
«Queremos mostrar al mundo el sufrimiento de los palestinos, especialmente de los niños, en una dimensión humana y creativa», insiste este licenciado en dirección de cine de la Academia de San Petersburgo (Rusia), que ya ha producido varias películas y documentales.
El equipo, compuesto por doce artistas y diseñadores, recibió una formación de nueve meses para la producción y realización, con el apoyo financiero del Banco Mundial por unos 147.000 dólares, de los cuales 40.000 fueron para la producción.
Usaid Madhi, de 23 años, quien creó algunos de los personajes y dirigió la iluminación del film, dijo querer «trasmitir la brutalidad de la ocupación, que no perdona a los niños».
SIN SALAS DE CINES EN GAZA
Zainab Bakri, que diseñó el escenario donde se desarrolla la historia de Rima, su casa y su pueblo, además de la ropa usada por la niña y sus amigos y el atuendo de su abuela, un vestido inspirado en el folclore campesino palestino, confía en el éxito del proyecto.
«Estamos más interesados en la idea que en los beneficios financieros y el mensaje de la película es humanitario», afirma. «La imaginación y los dibujos animados son más accesibles que los documentales o la ficción».
Su colega Aya Abu Hamra, diseñadora de los personajes, está de acuerdo. «La imaginación es una maravillosa manera de transmitir el mensaje», dice, con la esperanza de que a pesar de los muchos desafíos, como los cortes de electricidad frecuentes y los problemas de financiación, la cinta llegue algún día a Hollywood.
«Estamos trabajando para difundir la película, una vez que se haya proyectado en Gaza y estamos en negociaciones con las cadenas satelitales árabes para venderla», dijo Nur al Jodari, directora de la Fundación Zeitun para la animación, en el origen del proyecto.
Pero aún queda mucho por hacer. A falta de salas de cine en Gaza – destruidas por las facciones islamistas radicales – la animación no pudo ser exhibida.
Sin embargo, esta no es la primera vez que la Franja de Gaza, gobernada por el movimiento islamista Hamas desde junio de 2007, se destaca en esta industria.
En abril de 2010, el brazo armado de Hamas publicó en su página web un clip de animación en 3D, de tres minutos de duración, que mostraba al anciano padre del soldado israelí Gilad Shalit, entonces retenido en Gaza, evocando la posible muerte en cautiverio del joven militar para presionar a Israel a aceptar un intercambio de prisioneros.
El soldado fue finalmente liberado en octubre de 2011, a cambio de un millar de presos palestinos. Su liberación sin embargo, no fue seguida de una reducción del bloqueo israelí impuesto en Gaza durante su captura en junio de 2006.