Una novela que se mueve entre la biografía y la fantasía, entre lo cotidiano y lo extraordinario, con guiños históricos y en torno a la identidad y las emociones con la migración como fondo ofrece con su nueva obra literaria titulada El rostro de un enigma el escritor venezolano Luis Lira Ochoa.
Este jueves 27 de marzo el autor presentó lo que constituye su segunda novela, publicada por la Editorial Fundación Koeyú Latinoamericano, en la sucursal de Librerías del Sur ubicada en el Teatro Teresa Carreño, en compañía del escritor, editor y periodista Raúl Cazal, actual viceministro de Fomento para la Economía Cultural y presidente del Centro Nacional del Libro (Cenal), y Carlos Ortíz, profesor de Letras y productor editorial, quienes brindaron sus comentarios acerca de la obra.
Lira Ochoa aseguró que “esta novela es un viaje a las profundidades del ser humano, donde cada lector podrá encontrar su propia interpretación y conexión con los personajes y sus historias”.
El escritor, quien además es médico psiquiatra, explicó que el texto entrelaza fragmentos de su propia vida, rindiendo tributo a sus experiencias y a la rica cultura venezolana, y aborda tangencialmente el tema de la migración en Venezuela, especialmente en la década de 1980, cuando muchos estudiantes tras obtener sus títulos optaban por buscar oportunidades en el extranjero.
En ese sentido, la historia presenta a Sebastián, Renato y Ana, quienes deciden que deben emigrar tras determinadas circunstancias.
Sebastián, el personaje principal, inicia un obsesivo recorrido de investigación que lo lleva desde las profundidades de sus orígenes en un remoto pueblo detenido en el tiempo hasta una ciudad extranjera, transitando por emociones en torno al amor, la envidia, la decepción, la solidaridad y la traición que amenazan con alterar su búsqueda. Cada paso que da lo acerca a un inesperado desenlace en tierras lejanas.
Con este contexto, Lira Ochoa detalló que la novela trata tres temas principales: primero, la identidad y orígenes; segundo, las emociones humanas, desde la esperanza hasta la locura, y tercero, la realidad y la fantasía, lo que le permitió jugar con la línea que separa lo real de lo imaginario para generar una narrativa envolvente.
La realidad del ser humano
Raúl Cazal señaló que esta novela basada en los años 80 refleja la realidad del ser humano en su contexto actual y permite una manera de ver la venezolanidad. Además, subrayó que lo interesante de esta obra es su riqueza en referentes literarios, artísticos, filosóficos e históricos que retratan el mundo en el que vive el protagonista.
“La novela aborda el tema de las migraciones, no solo hacia el exterior, sino también dentro del mismo territorio nacional, mostrando el desplazamiento de las personas de un lugar a otro, hasta culminar en París”, refirió.
“Se presenta una cartografía nacional donde aparecen figuras históricas, como Miranda y Bolívar, así como otros héroes que resuenan en la memoria colectiva. Dentro del libro el autor sugiere que podría llamarse ‘Caracas’, reflejando la ficcionalidad tanto de los lugares como de las personas. A través de las decisiones del protagonista, quien decide estudiar arte y considera que es la mejor elección de su vida, se desarrolla la trama”, relató Cazal.
De acuerdo con Cazal, el personaje principal enfrenta una serie de problemas y conflictos que impulsan la historia, pero la narrativa también resalta a los venezolanos que estudian en el exterior y se destacan en sus estudios, ya que poseen una visión integral que les permite relacionar diversos aspectos de su aprendizaje, y, por tanto, esta búsqueda de conocimiento va más allá de una simple especialización.
“A lo largo de la obra surgen pasiones, traiciones, envidias e ideas políticas que generan conflictos, siendo la envidia un tema central”, apuntó Cazal.
Un enganche constante
Por su parte, Carlos Ortíz destacó de la novela su capacidad para enganchar al lector. De acuerdo con el productor editorial pueden utilizarse dos métodos tradicionales para llegar al final de la novela: la lectura lineal de la historia y la anticipación de su desenlace.
En ese aspecto, afirmó que a medida que la trama avanza se sostiene un enganche constante que mantiene la curiosidad del lector.
“Además, la narrativa se caracteriza por la construcción de conflictos específicos entre los personajes, que se resuelven o no a lo largo del relato; cada situación presentada contribuye al desarrollo del conflicto principal, enriqueciendo la trama y aportando nuevos puntos de interés”, explicó.
“A medida que el protagonista se mueve por diferentes ciudades, se convierte en el objetivo de la seguridad del Estado francés, que lo sigue de cerca. Esta tensión añade una capa adicional de intriga a la historia y cómo llegar al final de la novela”, agregó Ortíz.
Acerca del autor
Luis Lira Ochoa, nacido en Pariaguán, Anzoátegui, también ha publicado la novela Pluma negra y los poemarios Trazos límbicos y La isla que fuiste. Es columnista del diario Ciudad Caracas.
Además de escritor es Médico Cirujano y Especialista en Psiquiatría, graduado de la Universidad Central de Venezuela. Fue presidente fundador de la Fundación Misión Barrio Adentro y ha sido viceministro de Hospitales y de Comunicación.
Creó el Servicio de Psiquiatría en el Hospital Los Samanes y actualmente es director del Hospital Universitario de Caracas y profesor asistente en la Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos.