Frutas, legumbres, productos de limpieza y hasta carnes se pueden adquirir a bajos precios siempre y cuando se disponga del efectivo que permita aprovechar las “ofertas”. Otros caen en manos de especuladores cambiarios y pagan un 250% adicional por la compra de dinero en efectivo, todo por tratar de hacer rendir el ingreso familiar
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Hasta 500% y más es la diferencia entre el precio con efectivo y con dinero electrónico de verduras, legumbres, frutas y otros alimentos en el Mercado Mayor de Coche. En este lugar coexisten mayoristas, revendedores, recuperadores y cambistas, quienes forman parte de un negocio donde todos ganan, excepto los compradores que terminan siendo víctimas de la usura y las mafias del dinero.
Aunque originalmente este mercado estaba destinado a la venta de productos al mayor, este tipo de transacciones son cada vez menores y quienes arriman la producción desde el interior del país hasta la capital prefieren entregar la totalidad de sus cargas a revendedores o venderlas ellos mismos con el fin de incrementar los montos en efectivo para destinarlos a la compra de bienes, servicios y divisas extranjeras.
De una manera descarada cientos de minoristas instalados en el mercado ofrecen todo tipo alimentos con diferencias que oscilan entre 200 % y más del 500% con relación a esos mismos productos pagados con dinero electrónico.
Aunque la calidad de los productos varía con relación a los precios, en este sitio un kilo de tomate en efectivo puede comprarse a un precio entre 80 y 150 bolívares (aunque con el riesgo de ser estafado con un peso manipulado), mientras que con transacción bancaria este mismo producto puede ser adquirido por un monto entre 600 mil y 800 mil bolívares.
Estos mismo revendedores o buhoneros comercializan carne a 1.500 bolívares el kilo y el combo de mayonesa (400 grs) y salsa de tomate (150 ml) a 250 mil bolívares si se paga en efectivo. Se pueden adquirir cinco piñas (mediana calidad) por 100 mil bolívares, el kilo de lechosa, melón y patilla está en 60 mil, 80 mil y 100 mil bolívares respectivamente, en dinero contante y sonante.
Mafias del dinero
Estas diferencias entre el pago con efectivo y mediante transacciones bancarias son la punta del iceberg de una trama delincuencial de lavado de dinero y aunque no todos los involucrados son conscientes del delito socioeconómico en el que incurren, lo cierto es que gran parte de este dinero financia, entre otras cosas, la cotización del dólar paralelo.
Según algunos economistas, la principal consecuencia de la falta de efectivo en bancos y cajeros autómaticos es la “ralentización” de las operaciones financieras de los venezolanos, lo que favorece que las compras menores en efectivo adquieran un valor mayor cuando se hacen en dinero electrónico.
Productores
En la actualidad son pocos los productores del campo que aceptan transacciones electrónicas por su cosechas. Dicen que debido a que compran semillas e insumos importados prefieren el dinero en efectivo para adquirir dólares en el mercado negro con los que reponer sus inventarios. Algunos se asocian con los transportistas o mayoristas para aumentar sus ganancias o para recibir parte del dinero en transferencias con las que asumen el pago de nómina y generan movimientos en sus cuentas bancarias, lo que les permite justificar ante las autoridades su actividad comercial.
Mayoristas
Los mayoristas compran cosechas en dólares, efectivo o con dinero electrónico, según lo que convengan con el productor. Al llegar al mercado, parte de esta producción es negociada con revendedores que la pagan a diferentes precios, dependiendo de si lo hacen en efectivo o mediante transacciones bancarias. Otra parte es negociada con revendedores a consignación, quienes se comprometen a cancelarla posteriormente en efectivo.
Cambistas 
En el mercado de mayoristas de Coche, donde existe una alta rotación de dinero en efectivo, se registra la práctica ilícita de comprar billetes a cambio de transacciones electrónicas a una tasa de 200% y 250%.
Vendedores y buhoneros
En este mercado hay una buena cantidad de comerciantes formales que tiene puntos de venta. Este grupo vende los productos un poco más baratos que el resto de comercios de la capital y en otros casos a precios parecidos.
Buhoneros
El grupo mayor de comerciantes al aire libre son buhoneros. Algunos son empleados de los mayoristas, otros de los productores o pequeños emprendedores. La mayoría vende en efectivo y con el dinero reponen sus inventarios y compran barato, adquieren bienes, servicios o divisas, según sus testimonios.
Pichacheros o rebuscadores
Este grupo recicla parte la mercancía en mal estado o desechada por los mayoristas. Estos productos son vendidos en efectivo y debido a su calidad tienen precios bajos. Muchos de ellos se ubican alrededor del mercado o en cualquier recoveco donde puedan negociar esta mercancía.