Los jugadores profesionales de fútbol americano corren un riesgo elevado de morir de enfermedades neurológicas degenerativas como las de Alzheimer y de Lou Gehrig, según un estudio estadounidense.
En el estudio, llevado a cabo por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud Laboral en Cincinnati y cuyos resultados fueron publicados en la revista Neurology, se analiza el estado físico y las tasas y causas de mortalidad de casi 3.500 ex jugadores de la liga profesional de fútbol americano (NFL) con una edad media de 57 años, que jugaron durante al menos cinco temporadas entre los años 1959 y 1988.
Los investigadores estudiaron los certificados de defunción de los futbolistas que fallecieron (un 10% en el momento en el que se llevó a cabo el estudio) buscando identificar el porcentaje de enfermedades degenerativas como causas de la muerte.
Según los resultados del estudio, los jugadores de fútbol americano corren hasta tres veces más riesgo de morir de enfermedades degenerativas del cerebro.
De los 334 futbolistas ya fallecidos en el momento del estudio, siete tenían la enfermedad de Alzheimer y otros siete, esclerosis lateral amiotrófica (ELA, también conocida como la enfermedad de Lou Gehrig, la patología que padece el físico Stephen Hawking), lo que significa que los ex futbolistas profesionales corren casi cuatro veces más riesgo de desarrollar estas enfermedades que la gente que no juega al fútbol americano.
Everett J. Lehman, el autor de la investigación, también destaca que la causa verdadera de las muertes de los deportistas podría radicar en la encefalopatía traumática crónica (ETC), que puede desarrollarse como consecuencia de muchas conmociones cerebrales y a la cual están sometidos los deportistas que practican deportes donde los golpes en la cabeza son inevitables, como, por ejemplo, el boxeo.
Los síntomas de la ETC son parecidos a los de otras enfermedades degenerativas como Alzheimer o Parkinson, y solo se puede llegar a distinguir de ellas en la autopsia.