Una docena de niños ejecutan los instrumentos|El ensamble de percusión ha conquistado cada destino de la gira nacional de la SNIV

El público espera con inquietud al ver que la marimba, el xilófono, el redoblante, la batería, los timbales y el bombo se ubican al frente de la orquesta. El maestro Andrés González anuncia una sorpresa previa a la ejecución de la Sinfónica Nacional Infantil (SNIV). Y seguidamente los golpes de baquetas de una docena de niños vuelven a conquistar los aplausos del público en otro rincón de Venezuela.

De esa manera, el ensamble de percusión se ha convertido en una de las gratas sorpresas que han caracterizado a las muestras musicales de la SNIV durante su gira por todo el país.

TRABAJO EVOLUTIVO

Óscar Bejarano tiene 22 años y es el profesor que guía a los 12 niños del ensamble. En entrevista con Correo del Orinoco, explicó que el trabajo técnico a través de los seminarios de la gira ha sido provechoso.

Los niños trabajan bajo dos perspectivas: En el ensamble como protagonista y en la orquesta como instrumentos de acompañamiento. En cada aspecto, indicó el profesor, el proceso ha sido de continuo crecimiento.

El ensamble, detalló, ayuda a los jóvenes músicos en el desarrollo de la técnica individual. “Eso implica mucho profesionalismo y en edades tan cortas es algo impresionante”, comentó Bejarano.

EXPRESIÓN Y TÉCNICA

Trabajar con una docena de niños no es una tarea fácil, respondió el docente. Sin embargo, con este ensamble “ha sido más relajado”. Precisó que “ya ellos tienen sus partes montadas y la cuestión es ensayar y ensayar para que vayan mejorando, de eso se trata”.

“Toreadores”, “Ensamblados”, “Vuelo del Abejorro”, “Xilofonía”, “The Ragtime Drummers” e “Invierno”, de las Cuatro Estaciones, de Vivaldi, son algunas de las piezas que forman el repertorio del ensamble.

Bejarano explicó que cada una de las piezas del repertorio del ensamble tiene elementos importantes en cuanto al nivel técnico y las posibilidades de expresión de los músicos.

TALENTO EN TODA VENEZUELA

Las nuevas promesas de la percusión en Venezuela se encuentran a lo largo y ancho de todo el territorio, aseveró el profesor. Comentó que durante la gira de la SNIV ha observado “el talento inmenso que hay en los núcleos de todas las regiones; además hay muchas ganas y eso es lo principal”.

La Orquesta Rítmica de Cojedes fue uno de los casos mencionados por Bejarano: “Me quedé sorprendido con San Carlos y así me ha pasado en otros núcleos que no había visitado”.

En cuanto a la posibilidad de que el ensamble de percusión de la SNIV se presente en Milán, el profesor respondió que aún no está confirmado. Sin embargo, “se está planificando — en caso de que sea positivo– como una sorpresa”.

“MUCHO POR ESTAR AQUÍ”

Los grandes y expresivos ojos de Osman Briceño Rangel supervisan con picardía a sus compañeros en cada muestra del ensamble. Toca la pandereta mientras se pasea entre los otros instrumentos ejecutados y al ritmo de ellos voltea la mirada al público para compartir la aprobación entre sonrisas.

Tiene nueve años de edad y seis de experiencia como percusionista. Briceño Rangel es enfático cuando habla del apoyo de su hermano Luis Eduardo Torres Rangel: “Yo le agradezco por ayudarme y enseñarme lo que hoy sé”.

El niño comentó la gran emoción que sintió cuando se enteró de que había sido seleccionado para formar parte de la SNIV. No obstante, su reacción siguiente fue ponerse a estudiar. Está convencido de que la disciplina es fundamental en la música, por eso deja en claro que “yo he hecho mucho trabajo para estar aquí”.

El redoblante fue el primer instrumento que atrajo a Briceño Rangel. Sin embargo, confiesa que en poco tiempo se enamoró del xilófono y la marimba. A su edad no duda en responder sobre sus metas: “Quiero ser un gran músico y me he centrado a estudiar para cumplir mi sueño”.

TOCAR MEJOR CADA DÍA

Fernando Chaparro tiene 11 años y es otro de los 12 niños que integran el ensamble. Su carrera musical se inició cuando tenía cuatro años de edad y aunque toca todos los instrumentos de la percusión, responde que se destaca más en el xilófono.

Chaparro demuestra mucha claridad en cuanto a la importancia del próximo debut nacional e internacional de la SNIV. Es por eso que “me estoy preparando mucho para tocar mejor cada día. En los seminarios hemos estudiado mucho y queremos hacerlo muy bien”.

El niño trujillano describe la música como “un sentimiento y algo con lo que uno aprende muchas cosas”. Su sueño es llegar a ser director musical.

“SER UN GRAN PERCUSIONISTA”

José Ernesto Ramírez cada día trata de dar lo mejor “para ser, además de un gran percusionista, una persona mejor”. Tiene nueve años de edad y demuestra un dominio virtuoso del xilófono. Él eligió la percusión por su tío Richard Ramírez, a quien define como “un gran músico”. Además, su inspiración – como él menciona-– proviene de “los percusionistas de la Simón Bolívar y los callejeros”.

La música es “un lenguaje en donde puedo expresar mis sentimientos y el Sistema me ayuda cada día a tocar, a estar en una orquesta”, opinó.

T/ Jeylú Pereda
F/ Cortesía Fundamusical
Valencia

EXCELENTE,SENCILLAMENTE BELLISIMO, SUBLIME ES MARAVILLOSO ,VER HECHO REALIDAD EL SUEÑO Y VISIÓN DE HUGO CHAVEZ…..AYER ESTUVIERON AQUÍ EN MARACAY Y LOS DE AQUÍ LOS HOMENAJEARON TAMBIÉN CON LO MEJOR DE ARAGUA