La nadadora siria Yusra Mardini resumió el sentir de todos los integrantes del equipo de refugiados que competirá, bajo la bandera del Comité Olímpico Internacional, en los Juegos de Río al asegurar que darán lo máximo de sí mismos para demostrar a todo el mundo que son «buenos atletas».
«No hablamos el mismo idioma y procedemos de distintos países, pero la bandera olímpica nos une y ahora representamos a 60 millones de personas de todo el mundo. Queremos dar lo mejor de nosotros para demostrar a todo el mundo que podemos ser buenos atletas y buenas personas», señaló Mardini en rueda de prensa.
La nadadora, que ahora vive y entrena en Alemania tras huir del conflicto bélico en Siria, es una de las caras más conocidas del equipo de 10 deportistas que representarán a los refugiados que viven en todo el mundo.
«Estamos motivados porque hay mucha gente como nosotros y queremos contar su historia. Mucha gente ha depositado su esperanza en nosotros y no queremos defraudarles», añadió Mardini.
Una idea con la que coincidió la judoca congoleña Yolanda Mbika, que actualmente vive y entrena en Brasil, tras salir del Congo. «Queremos demostrar al mundo que podemos comportarnos como un equipo. Somos un modelo para todos los refugiados del mundo y nuestra actuación les dará fuerza», concluyó Mbika.