Política es la encrucijada que atraviesa la Nación para este 2015 y ya quienes disfrazan esto con «análisis» económicos, no pueden ocultarlo.
Tal como lo hicieron en la Pdvsa de 2002, las fuerzas de la derecha saben que tienen el control monopólico de grandes espacios de producción y distribución de bienes de primera necesidad para el pueblo venezolano.
Así mismo saben que uno de los grandes problemas de nuestra economía es seguir dependiendo estructuralmente de un modelo de importaciones cada vez más costoso.
Con todo ello, se han dado recurrentemente a la tarea, lo hicieron con el comandante Hugo Chávez y ahora con el presidente Nicolás Maduro, de colocar bombas a los puentes de diálogo establecidos por el Gobierno Nacional.
Y es que la derecha burguesa, viendo al chavismo como un simple «accidente de la historia», enfila a fondo contra el modelo político, económico y social de la Revolución Bolivariana.
Poco les importará, de aquí en mas, si el Gobierno Bolivariano hace algún ajuste al sistema económico, hasta el casi seguro sofisma de tildar los próximos anuncios del Presidente como «insuficientes».
El pueblo venezolano es la principal víctima de una guerra cuya solución dependerá de la voluntad de lucha de las fuerzas revolucionarias, que hoy más que nunca deben asumir la misma como un asunto existencial, dado que la resolución de la burguesía no es otra sino derrocar al Gobierno Nacional.
Ello implica, entre muchas otras cosas, tener una gestión comunicacional y de calle capaz de revertir el mensaje de confusión que este poderoso sector ha logrado inocular, en cuanto a las profundas causas de esta guerra política con dispositivos económicos.
La Revolución Bolivariana va a tener que, obligatoriamente saldar una nueva circunstancia, no querida, si pretende sostener su modelo en el poder.
La derecha sabe que sus peticiones de derogar la ley del trabajo y la de costos y precios justos, así como liberar los precios de bienes y servicios, para saciar su afán de ganancia, solo pueden ser obtenidas teniendo a la oposición en Miraflores.
Tocará enfrentar nuevamente con astucia, inteligencia y entereza este transitar de cruces, del cual venimos viviendo, gracias a la conspiración opositora, desde 1999.