Internacionales|España despide ciclogénesis explosiva y vuelve a la normalidad

España sufrió esta semana el embate de la naturaleza que puso en alerta roja a 40 provincias ante la presión del fenómeno meteorológico conocido como ciclogénesis explosiva que comenzó a retroceder hoy.

La denominación ha sustituido a las tradicionales borrascas del invierno, como resultado de que para algunos expertos constituye una expresión más del cambio climático.

Olas de hasta 11 metros de altura, vientos superiores a 110 kilómetros por hora, aludes y nevadas de hasta 50 centímetros se registraron en diferentes regiones de las 15 comunidades autónomas que sufrieron el fenómeno bautizado como Christine.

El origen fue la vinculación de una borrasca profunda originada en el Atlántico norte, con un fuerte anticiclón en las islas Azores.

En Cantabria el mar se alejó 200 metros y fueron afectados varios edificios, en Asturias 66 metros de las construcciones diseñadas para protegerse del mar terminaron en escombros y en Galicia la fuerza del mar llegó a quebrar un faro

Varias de estas zonas ya fueron castigadas a inicios de febrero por un temporal que también provocó numerosos daños. Sin que estos hayan podido ser reparados, llegó Christine y sumó nuevos destrozos.

Otras 13 provincias del norte español fueron declaradas en alerta naranja por el fenómeno sin referente alguno entre los habitantes de mayor edad.

Las nevadas obligaron a cortar dos carreteras en Los Pirineos e hicieron obligatorio el uso de cadenas en otras nueve, mientras en algunos se limitó el tránsito solo a vehículos pesados.

Durante dos meses los españoles han escuchado y repiten como si fuera una definición común el término de ciclogénesis explosiva, repetido hasta el cansancio en los partes meteorológicos.

Los investigadores expican estos fenómenos con teorías como el desplazamiento del vórtice polar, el cambio climático o variaciones de corriente de chorro (jet stream).

Las corrientes en chorro, las que tienen mayor fuerza entre las explicaciones, son grandes canales de aire que circulan a unos 11 mil metros de altura, generados por la diferencia de temperaturas entre las zonas intertropicales del globo y las polares.

El debilitamiento de esta corriente propicia la entrada de aire frío en Estados Unidos y Candá, pero en Europa favorece la formación de mayor cantidad y más potentes borrascas que alteraron la vida normal de los españoles en 15 de sus 17 regiones autónomas.

Fuente/Prensa Latina
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