Estados Unidos, que no acepta la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), criticó este miércoles al Gobierno de Venezuela por decidirse a evaluar la posibilidad de retirarse de ese organismo, difundió hoy EFE, la agencia de noticias del Reino de España.
En su nota la agencia española citó al portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner, diciendo que «sería profundamente lamentable si Venezuela decidiera alejarse de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que consideramos una organización eficaz y única en el hemisferio».
La «eficacia» de CIDH no ha resultado de buena experiencia para Venezuela, sólo actuó con rapidez para reconocer al efímero gobierno que intentó surgir con el golpe de Estado del 11 de abril de 2002.
Bajo otras circunstancias, la CIDH demoró más de una década la condena al Estado venezolano por la masacre perpetrada el 27 de febrero de 1989, cuando gobernaba el socialdemócrata Carlos Andrés Pérez, y sólo fijo posición cuando el gobierno de Hugo Chávez reconoció la responsabilidad de Estado frente a los hechos, independientemente de que no habían ocurrido durante su mandato.
Durante la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), el presidente de Ecuador, Rafael Correa, formuló severas críticas contra la CIDH y denunció la doble moral de Estados Unidos, que utiliza a esta corte como mecanismo de presión sin haber suscrito los acuerdos que la crearon, por lo que no tiene validez alguna para la vida estadounidense.
En la nota divulgada por EFE, puede leerse también que Toner recordó la vinculación de la CIDH a la Organización de Estados Americanos (OEA), y «por tanto, sería simplemente lamentable que Venezuela abandonara la CIDH. Enviaría una mala señal».
El presidente Chávez pidió al Consejo de Estado que evalúe un eventual retiro de Venezuela «de la tristemente célebre Comisión Interamericana de Derechos Humanos» y dijo que se trata de «un mecanismo que usa Estados Unidos».