El Departamento del Tesoro de Estados Unidos (EE.UU.) informó este lunes sobre la prohibición de venta de equipos de telecomunicaciones al Gobierno de Siria, en el marco de las sanciones impuestas para debilitar la gestión del presidente, Bashar Al Assad.
Según el documento emitido por esta institución, las empresas estadounidenses tendrán prohibido vender al Estado sirio equipos y tecnología de telecomunicaciones, incluyendo redes de conectividad terrestres o satelitales. La medida no es extensiva a empresas privadas de ese país.
La orden firmada por el director de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro, Adam Szubin, autoriza los negocios con algunas empresas no vinculadas al Gobierno.
Washington y la Unión Europea (UE) han impuesto sanciones a una serie de altos funcionarios del Gobierno sirio desde que se iniciaron los conflictos en ese país.
El 17 de agosto, el presidente estadounidense, Barack Obama, firmó una orden ejecutiva autorizando sanciones contra el Ejecutivo sirio con el pretexto del aumento “de la violencia contra el pueblo de Siria».
Las sanciones congelaron todos los bienes del Gobierno sirio en Estados Unidos y prohibieron a los ciudadanos de este país hacer nuevos negocios con Siria e incluso importar productos derivados del petróleo.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon Panetta, advirtió este lunes que era «cuestión de tiempo» que el presidente legítimo de Siria, Bashar Al Assad, fuera expulsado del poder por la insurrección.
Este domingo, el ministro de información de Siria, Adnan Hassan Mahmoud, aseguró que las sanciones impulsadas por la UE y EE.UU son una clara estrategia para instalar sus intereses en la región y desmantelarla «social, política y económicamente», tal como está ocurriendo en Libia.
El Ministro sirio aclaró que las medidas restrictivas contra su país no son nuevas y apuntan «a debilitar a Siria tanto como institución y como sociedad».
Hassan insistió en que las sanciones buscan el agotamiento de la población para vulnerar la defensa que sus derechos y los principios de soberanía nacional.
Destacó que el Gobierno de Bashar Al Assad se apega al respeto de la soberanía de su territorio y al rechazo de la injerencia extranjera.
El titular aseguró que las manifestaciones iniciadas hace más de seis meses «han disminuido dramáticamente y hay una mejora en la realidad sobre el terreno».