Una investigación liderada por científicos de la Universidad de Oxford, en Reino Unido, estudia la capacidad que tienen los chimpacés para emplear plantas medicinales presentes en su entorno para curar heridas o aliviar síntomas de alguna enfermedad.
El estudio fue publicado por la revista científica PloS ONE y refleja la inquietud por determinar si los primates realizan de manera consciente y preventiva el consumo de plantas medicinales como parte de la “automedicación terapéutica mediante la integración de datos farmacológicos, observacionales y de seguimiento de la salud, un enfoque interdisciplinario esencial para avanzar en el campo de la zoofarmacognosia”.
En este sentido, la investigación explica que: “Los chimpancés salvajes consumen una variedad de plantas para satisfacer sus necesidades dietéticas y mantener el bienestar. Si bien algunas plantas tienen un valor obvio, otras son nutricionalmente pobres y/o contienen toxinas bioactivas que hacen que su ingestión sea costosa. En algunos casos, se especula que estos recursos pobres en nutrientes son medicinales y se cree que ayudan a las personas a combatir enfermedades”.
Los expertos agregan que están observando dos comunidades de chimpancés habituados, que viven en el bosque de Budongo, Uganda, donde han recolectado 17 muestras botánicas asociadas con supuestos comportamientos de automedicación, entre ellos: alimentación con corteza, consumo de madera muerta y extracción de médula, entre otros eventos.
“En total, seleccionamos partes de plantas de 13 especies (nueve árboles y cuatro plantas herbáceas). Se produjeron tres extractos de diferentes polaridades de cada muestra utilizando n-hexano, acetato de etilo y metanol/agua (9/1,v/v) y se introdujeron en modelos in vitro antibacterianos y antiinflamatorios. Se evaluó la inhibición del crecimiento de los extractos frente a un panel de aislados clínicos de bacterias resistentes a múltiples fármacos, incluidas las cepas ESKAPE y la actividad de inhibición de la ciclooxigenasa-2 (COX-2)”, agrega la publicación científica.
Los primeros resultados farmacológicos arrojaron que los chimpancés consumen varias especies con potentes propiedades medicinales.
“La actividad antibacteriana más fuerte la logró el extractoen n- hexano de la madera muerta de Alstonia boonei contra Staphylococcus aureus (IC50: 16 μg/mL; MIC: 32 μg/mL) y Enterococcus faecium (IC50: 16 μg/mL; MIC: >256 μg/mL) y por el extracto de agua y metanol de corteza y resina de Khaya anthotheca contra E. faecium (IC50: 16 μg/mL; MIC: 32 μg/mL) y Escherichia coli patógena (IC50: 16 μg/mL; MIC: 256 μg/mL). Observamos la ingestión de ambas especies por parte de individuos altamente parasitados”, explica el documento.
Asimismo, la investigación refiere que un primate herido consumió la especie de helecho Christella parasiticapara “un comportamiento alimentario documentado sólo una vez antes en esta población. Estos resultados, integrados con observaciones asociadas de ocho meses de datos de comportamiento, proporcionan evidencia adicional de la presencia de recursos de automedicación en las dietas de los chimpancés salvajes”.
En este sentido, Elodie Freymann, investigadora de la Universidad de Oxford y primera autora del estudio, precisa que “un chimpancé con una mano dañada buscó hojas de un helecho con fuertes propiedades antiinflamatorias; ningún otro individuo a su alrededor comió helechos, y esto solo se había visto una vez antes en 30 años de observación”.
Freymann afirma que “esto aporta pruebas que sugieren que el chimpancé pudo haber buscado los helechos por sus propiedades antiinflamatorias”.
Los encargados del estudio ven un gran potencial en estas evidencias, que podrían contribuir ampliamente con la salud global de los seres humanos.
“El mundo natural está lleno de medicinas de las que dependemos, así como nuestros vecinos no humanos. Si queremos mantener a estos animales seguros, debemos proteger su botiquín”, afirma Freymann.