Los ministros de Finanzas de la Eurozona desbloquearon este jueves un préstamo financiero de 34 mil 400 millones de euros para Grecia, a fin de evitar que ese país entre en una en cesación de pagos.
«Hemos dado nuestra aprobación final al segundo desembolso en favor de Grecia», dijo el presidente del Eurogrupo y primer ministro de Luxemburgo, Jean-Claude Juncker, en conferencia de prensa al término de una reunión del grupo.
Según el Eurogrupo, la asistencia financiera comenzará a llegar a Atenas la próxima semana, lo cual pone fin a largos meses de incertidumbre para la considera cuna de la civilización Occidental, afectada por una aguda crisis económica desde 2008.
La cifra referida incluye 16 mil millones de euros para recapitalizar los bancos griegos, siete mil millones para gastos de Estado y 11 mil 400 millones para cubrir la operación de canje de deuda.
De acuerdo con Juncker, esta operación permitirá reducir netamente la deuda pública griega.
La finalidad es bajar la deuda griega al 124 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) en 2020, para garantizar así su sostenibilidad a medio plazo y asegurar la permanencia de la nación en el euro.
Según las más recientes estimaciones la deuda del país heleno alcanzará el próximo año cerca de un 190 por ciento del PIB, mientras se prevé una contracción económica del 4,5 por ciento.
Para especialistas el gran escollo a superar es precisamente cómo lograr que esa deuda llegue a la meta referida en apenas ocho años, evitando una quita por parte de los acreedores públicos, conocidos como la troika (el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la Unión Europea).
Por el momento, la financiación a Grecia se hará en cuatro fases; la primera de 34 mil 400 millones este mes, mientras que se harán otros tres pagos en el primer trimestre de 2013.
Todo esto bajo la condición de que ese país haga más recortes y lleve a cabo un profundo plan de privatizaciones.
Para ello, el parlamento griego aprobó, por estrecho margen y pese al rechazo generalizado, un plan de austeridad que proyecta ajustes por 18 mil 500 millones de euros hasta 2016, para cumplir con las exigencias.
Este paquete de medidas incluye desde despidos de funcionarios a recortes de las pensiones y en el sistema de salud, decisiones que han provocado la ira de la ciudadanía, expresada en varias huelgas generales y protestas a lo largo de estos meses y en medio de fuertes tensiones políticas.