El expresidente neoliberal peruano Alejandro Toledo quedó en manos del Ministerio Público, al que el Congreso de la República recomendó por unanimidad denunciarlo judicialmente de lavado de activos.
El exjefe de Estado, quien según sus allegados se encuentra en Lima, inició coordinaciones con abogados y dirigentes de su partido, Perú Posible, para enfrentar las indagaciones previas a que la referida instancia decida si atiende o no la recomendación de los parlamentarios.
Dirigentes de su partido, como Daniel Mora y el vocero de la bancada parlamentaria de Perú Posible, Renán Espinoza, dijeron que esta votó a favor del informe que recomienda denunciar a Toledo, porque él es inocente.
Espinoza confirmó que el exgobernante (2001-06) está en Lima y se encuentra con la conciencia tranquila, porque nada tiene que ocultar, pese a las graves sospechas que motivaron la determinación del órgano legislativo, sin oposición alguna.
El pleno parlamentario aprobó anoche por unanimnidad el informe de una comisión que investigó la compra por la anciana suegra de Toledo, Eva Fernenbug, de una mansión y una lujosa oficina con dinero que dice haber facilitado el millonario israelí Josef Maiman.
Esa operación fue realizada a través de una empresa creada en Costa Rica.
El informe recomienda al Ministerio Público que denuncie también a la esposa belga de Toledo, Eliane Karp, así como al viejo agente de inteligencia israelí Maiman y al también agente de ese país Avraham Dan On, exjefe de seguridad de Toledo cuando era presidente.
El presidente de la comisión parlamentaria que investigó el caso, Enrique Wong, dijo que las pesquisas comprobaron que Toledo participó en la creación en Costa Rica de la empresa Ecoteva, usada para la operación, y en la negociación de la compra, por cerca de cinco millones de dólares.
Otro parlamentario y dirigente del partido del expresidente, José León, se vio involucrado ayer en un escándalo al aparecer en fotos y videos -grabados por la policía y filtrados a la prensa- cuando visitaba una casa de su propiedad en la que vivía como inquilino, en la norteña ciudad de Trujillo, el narcotraficante mexicano Rodrigo Torres.
León admitió haberse reunido con Torres sin saber que era un delincuente -aunque antes negó conocerlo- y solo para pedirle que desocupe la casa de playa que ocupaba por haber expirado el contrato de arrendamiento.
El presidente Ollanta Humala dijo que su situación es delicada y que el caso debe ser esclarecido por el poder judicial y el Ministerio Público, mientras el parlamento se apresta a investigar a León, a lo que este dijo estar dispuesto.