Suiza escandalo

Fabricante de equipos de defensa suizo se hunde en un escándalo de corrupción

La empresa suiza Ruag, especializada en ingeniería aeroespacial e industria de defensa, se vio envuelta en sospechas de fraude, falsificación de documentos y lavado de dinero con daños que ascienden a dos dígitos en millones de francos suizos, todo ello bajo el presunto auspicio de varios organismos gubernamentales encargados de la implementación de las leyes.

Los periodistas de Blick destaparon el escándalo, descubriendo que el Ministerio de Defensa suizo estaba al tanto de las acusaciones de corrupción en la compañía desde 2019 y no hizo nada al respecto.

La Oficina Federal de Auditoría de Suiza (EFK, por sus siglas en alemán) confirmó la investigación periodística en sus informes, ensombreciendo la despedida de la consejera federal Viola Amherd, a quien le quedan apenas dos semanas al frente de la cartera de Defensa del país.

Descontroladas ventas de piezas de Leopard 2

En el centro de las acusaciones figura un gerente del cantón de Valais. Un denunciante anónimo alertó en 2019 sobre sus prácticas empresariales irregulares, que incluyeron la venta de cajas de cambio de tanques Leopard 2 a un comerciante de chatarra alemán «de dudosa reputación» a precios muy por debajo del mercado, según se desprende de un informe interno publicado por el medio.

La empresa alemana no desguazó el material, sino que lo revendió con ganancias a nivel global. El denunciante cuestionó al entonces presidente del consejo de administración de Ruag, Remo Lutolf, y a Amherd: «¿Por qué se hace esto si no es para beneficio personal?».

Otra acusación señala a la sucursal de Ruag en la ciudad alemana de Kassel por vender piezas de Leopard 2 a un vendedor de chatarra a menos del 50 % de su valor, con destino al sudeste de Asia. «¿Cómo se garantiza que estos bienes militares no vayan a parar a países a los que nunca deberían haber sido suministrados desde una perspectiva suiza?», preguntó el denunciante.

A pesar de las advertencias, las investigaciones internas no fueron rigurosas. Un informante de Blick reveló que el gerente de Valais fue alertado, lo que pudo permitirle destruir pruebas, al tiempo que subrayó que la indagación de los casos de corrupción debe ser independiente y no manejada por los propios implicados.

Investigaciones tardías y nexos familiares

No fue hasta 2022, cuando la Fiscalía anticorrupción alemana inició las pesquisas y allanó las propiedades, que Ruag reconoció la gravedad del caso. La esposa del gerente de Valais también resultó vinculada al escándalo, al poseer el 50 % de una empresa involucrada en los negocios de defensa cuestionables.

A pesar de esto, no hubo medidas oportunas de parte de las autoridades de Suiza. Solo en 2023, Amherd y el consejo de administración de Ruag lanzaron investigaciones, centradas inicialmente en un lote de tanques Leopard 1 pertenecientes a Suiza que se estaban oxidando en el norte de Italia.

Daños millonarios y posibles delitos

Los informes de la Oficina Federal de Auditoría de Suiza revelan que el potencial daño financiero podría situarse en una horquilla de dos dígitos en millones de francos suizos. Se sospecha de falsificación de facturas y documentos, mala administración, fraude, lavado de dinero, violación del secreto comercial y de fabricación y soborno pasivo, entre otros delitos.

Tras años de inacción, Ruag presentó una denuncia penal y evalúa si puede responsabilizar a las personas involucradas, que incluyen a exdirectivos. Un caso particularmente grave involucra un acuerdo con Países Bajos, en el marco del cual las piezas de tanques valoradas en 48 millones de euros se vendieron por solo tres millones aproximadamente, desviando ganancias a las empresas vinculadas con el gerente de Valais y su esposa.

F/RT

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