El diputado a la Asamblea Nacional (AN), William Fariñas, denunció a la ultraderecha venezolana, específicamente a María Corina Machado, por celebrar la revocación de la licencia de Chevron para operar en territorio de Venezuela; lo cual denota sus verdaderas intenciones y desprecio hacia la nación.
Durante una entrevista en el programa «Café en la Mañana», de Venezolana de Televisión, los caracterizó como «gente perversa», porque expresan sus intenciones «de manera descarada, públicamente» en irrespeto al gentilicio venezolano, mediante la solicitud de sanciones criminales que atenta contra la integridad nacional.
«Ellos estaban buscando realmente esa actuación, un hueso para volver a aventarse a esta andanada fascista», aseveró.
Sin embargo, recordó que Venezuela dispone de la primera reserva mundial de petróleo y el mercado internacional siempre mantiene una demanda de crudo, por lo cual permanece abierto un amplio repertorio de opciones comerciales.
«Nosotros hemos venido levantando nuestra economía y nuestro pueblo con recursos propios, esto es un aliento para nuestros trabajadores de nuestra gran industria petrolera de PDVSA», enfatizó. Además, el parlamentario señaló la posibilidad de ingresar al bloque geopolítico, BRICS. «Esto no va a mermar nuestro ánimo».
A 36 años del Caracazo
Por otra parte, rememoró las masacres que el pueblo venezolano sufrió durante la revuelta popular del 27 de febrero de 1989, debido a que el colectivo social salió «en su sed natural de legitimidad, de lo que es su poder popular, su poder constituyente, al enfrentar todas esas medidas neoliberales que había impuesto Carlos Andrés Pérez».
Asimismo, elevó los cambios que experimentó la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), el cual actualmente sirve a la ciudadanía mediante iniciativas como las Brigadas Comunitarias Militares (Bricomiles). «Nosotros estamos planteando al mundo en estas situaciones de crisis, agobio, de fascismo, nosotros estamos planteando vida, la FANB va a estar al lado de nuestro pueblo para defenderlo, no para matarlo, no para diezmarlo, ni nada por el estilo».