«Nosotros pensamos más en la estabilidad numérica que en proceso de inamovilidad laboral. Si se incentiva la producción nacional se generarían más empleos y no serían necesarios los decretos de inamovilidad», espetó Francisco Martínez, presidente de Fedecámaras, sobre la extensión por tres años más de la inamovilidad laboral en el país.
«Lo que si deberíamos sentarnos a discutir con el ejecutivo nacional», analizó el dirigente empresarial, «son los programas de capacitación para una mano de obra más calificada y que da valor agregado a los productos que se fabriquen en Venezuela por venezolanos».
Se le preguntó sobre el impacto de la inamovilidad en el sector empresarial: «El impacto no solamente es en las empresas, está impactando también negativamente en el estado de ánimo de las responsabilidades que tienen que cumplir todos nuestros empleados. Se están cometiendo atropellos, tenemos pranatos insertados en procesos productivos que están afectando la producción de bienes y servicios dentro del país y escudados sobre ese decreto de inamovilidad social, inamovilidad laboral y, por supuesto también, en nombre de una revolución. Este país votó no por una revolución voto por una evolución».
CARRERA PERDIDA
Cuando el Correo del Orinoco le preguntó sobre los aumentos lineales por parte del Ejecutivo Nacional, explicó: «Es un reconocimiento a que la Ley del Trabajo no está funcionando, es un reconocimiento de que con sus mecanismos de ajustes salariales no han podido con la inflación. Esos mecanismos deben ir acompañados de otras propuestas que vayan a atender la inflación y recuperar el salario real del trabajador venezolano. Si no hay esos otros mecanismos económicos no habrá manera que los aumentos le ganen esa carrera a la inflación».
Sobre el desabastecimientom sentenció que «primero hay que atacar los dos grandes inhibidores de la producción que es control de cambio y el control de precios. Mientras no tengamos un impacto fluido de divisas vamos a tener impacto severo sobre el desabastecimiento, mientras tengamos ese rígido control de precios que tiene secuestrada a los negocios no vamos a tener mejoras en el país, mientras se siga atacando la propiedad privada, mientras se siga atacando y criminalizando al sector privado no vamos a generar la confianza que es tan necesaria en el país».
Sobre una supuesta propuesta de derogación de la Ley del Trabajo por parte de Fedecamáras, aclaró: «Nosotros no propusimos derogarla sino revisarla. Primero pensamos que fue una ley impuesta y no consultada en el marco del diálogo social ni en el marco del diálogo tripartita. La ley del trabajo es el segundo contrato más importante después de la Constitución Nacional, ya que regula las relaciones productivas entre los trabajadores y empresarios. Es una ley que debe ser consultada, debe nacer de un proceso de interacción del diálogo social donde los trabajadores y los empresarios pongan sus criterios, para lograr un marco legal que promueva empleos y salarios dignos, entendiendo la rentabilidad de las empresas para que estas puedan seguir invirtiendo y generar más empleos».
PAZ Y AMOR
Sobre la agresividad verbal que los entes políticos, sean ganadores o perdedores, mantienen en la actualidad, Martínez pidió que «si el país votó por un cambio, votó por una conciliación. Todo cambios son aires de esperanza y visión de futuro, que creo que es la lectura que le debemos dar al país en este momento. Cualquier mensaje que genere tensiones, desequilibrios y que no vaya hacia un diálogo positivo, va en una dirección equivocada. Que el diálogo sea objetivo y en bien del país».
«Algo que le falta a este país es dejar la ola de rumores», agregó el empresario, «porque no es un mecanismo sano, que no genera valor agregado. Lo que se necesita son propuestas que muchas están por escrito y en la web, como las que hemos realizado nosotros».