Durante el VI Foro Internacional de Filosofía, el pensador mexicano Fernando Buen Abad, autor del libro Filosofía de la comunicación, planteó en Mérida que “urge una cumbre de presidentes para hablar de comunicación” en América Latina.
Tres temas fundamentales se deberían debatir, a su juicio: romper la asimetría y debilidad en materia tecnológica, porque “no fabricamos ni un tornillo y la transferencia de recursos para comprar tecnología es infernal, con el agravante de que ellos la descontinúan cada 6 meses”. Para solventar esta situación, dijo, se podría plantear un programa continental para comprar lo que se necesita, una vez realizado un diagnóstico latinoamericano.
Si bien se crearon leyes para normar la comunicación masiva en Argentina, Venezuela, Ecuador y Bolivia, debería haber, como segundo tema de discusión, un acuerdo continental para elevar la comunicación al rango de derecho constitucional y humano, propuso.
Como tercer punto dentro de la agenda, se debería generar “la gran biblioteca latinoamericana de la comunicación emancipadora”, pues “hay en América Latina unas mil facultades de comunicación y en 98% de esas escuelas se sigue enseñando el pensamiento de la derecha, el modelo norteamericano de comunicación para que los muchachos sean empleados de sus empresas”. También se deberían estimular “los grandes talleres de investigación científica en materia de laboratorios de guerra psicológica”.
Para Buen Abad, la tercera guerra mundial ya comenzó en forma de guerra de cuarta generación, es decir, el bombardeo mediático para mantener el sistema de consumismo capitalista. No en vano, expuso, existen cinco laboratorios de guerra ideológica en Europa, de los cuales tres funcionan en Italia, dos en Francia, uno en Inglaterra y otro en España. Todos se articulan con un laboratorio que opera contra América Latina desde Miami.
Para lograr la batalla de las ideas con el fin de desarticular lo que llamó “las columnas”, muchas veces mentales, del capitalismo, se necesita identificar y combatir ese arsenal ideológico detrás de los mensajes. La receta para invadir países está determinada, precisó: la etapa de criminalización a través de la ofensiva mediática, luego el ataque militar “y sigue el reino de la impunidad cínica”, muy bien dibujado en la sonrisa de Hillary Clinton cuando supo de la muerte del líder libio, Muamar el Gadafi.
UNA AGENDA REVOLUCIONARIA
De forma paralela se debe diseñar la “nueva agenda de los contenidos emancipatorios de América Latina”, porque en Venezuela “lamentablemente en materia de comunicación todo el tiempo estamos a la defensiva y es la hora de pasar a la ofensiva”, dijo Buen Abad, es decir, construir las nuevas estrategias comunicacionales “y para eso debemos desarrollar metodologías de los contenidos” de la Revolución.
Durante su participación dentro del Foro Mundial de Filosofía, Buen Abad coincidió en que el Estado debe ser un gran motor de su reingeniería permanente, porque “el continente entero está harto de la burocracia”. Además, se planteó la necesidad de salir del capitalismo, pero de forma organizada, y de lograr la unidad, que “no significa uniformidad ni unanimidad, sino ponernos de acuerdo en aquellas cosas en las cuales coincidimos para caminar y trabajar juntos”.
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Con la entrega del premio Libertador al pensamiento Crítico en la Sala Ríos Reyna del Complejo Cultural Teresa Carreño, finalizó ayer sexta edición del Foro Mundial de Filosofía.
En esta ocasión resultaron ganadores los españoles Carlos Fernández Lira y Luis Alegre Zahonero, en virtud de su obra El orden del Capital, por qué seguir leyendo a Marx.