La propuesta de Cesare Prandelli, seleccionador italiano, ha fructificado. La FIFA, reunida con los seleccionadores, han aprobado los tiempos muertos durante el campeonato, dos minutos por tiempo. Con este parón se trata de sofocar las altas temperaturas que sufrirán los jugadores durante el Mundial.
NO HABRÁ CAMBIOS EN LOS HORARIOS
La FIFA no tiene previsto cambiar los partidos que se han fijado a las 13.00 horas (hora local de Brasil) a pesar de las protestas de jugadores y técnicos. Los derechos de televisión son prioritarios, hace mucho tiempo que están firmados y no hay margen para la modificación. Eso no quiere decir que el clima de determinadas sedes no sea un asunto que preocupe sobremanera al Comité médico de la FIFA.
La ratificación de Blatter de que habrá partidos a esa hora a pesar de las quejas de los europeos ha hecho que la FIFpro (Federación Internacional de Futbolistas Profesionales) plantee una demanda contra la FIFA.
La decisión de los jugadores, que saben que no tiene oportunidad alguna de ganar esa batalla, llega después de un estudio médico que demuestra que existe un riesgo alto para la salud si se juegan partidos en las condiciones que se pueden encontrar a esa hora en ciudades como Fortaleza, Recife, Natal o Salvador. Tras presentarlo en Zúrich a la FIFA hace unas semanas y ver que no se ha tenido en cuenta, los futbolistas quieren presentar batalla legal.
La pasada de las Confederaciones sirvió como experiencia y la semifinal entre España e Italia fue el punto extremo. Los 120 minutos en Fortaleza dejaron huella. La expresión «esfuerzo sobrehumano» fue utilizada por los jugadores de los dos equipos. Desde ese día, los servicios médicos de los dos equipos comenzaron a trabajar para el escenario que se pueden encontrar en el Mundial.
MUCHA HUMEDAD
El problema no es el calor en sí mismo, es la combinación entre elevadísimas temperaturas y una humedad muy alta. El Comité médico de la FIFA lleva meses trabajando sobre ese tema, que será una de las referencias en la reunión de doctores que se celebrará entre febrero y marzo del próximo año. La FIFA asume que ya se han jugado Mundiales en condiciones de calor extremo (México 1986 y Estados Unidos 1994, a la cabeza), pero también entiende que se pueden producir situaciones de alto riesgo para la salud de los jugadores, al margen del daño al espectáculo.
La FIFA será especialmente rigurosa con la entrega de las pruebas cardiológicas de los 736 jugadores que jueguen la Copa del Mundo.
La petición de Cesare Prandelli, seleccionador italiano, de parar los partidos se analizará. De momento, hoy, con el apoyo de más seleccionadores, lo expondrá en la reunión de entrenadores (alguno de primer nivel mundial) que se celebrará en Costa do Sauípe. Es algo que ya ha pasado en torneos de la FIFA en categorías inferiores.
No sería fijar un momento en cada tiempo para detener los partidos. Sería el árbitro el que decidiría (un gol, un córner, una falta…) detener el partido uno o dos minutos para que los jugadores tomen aire y se hidraten convenientemente.
Aunque la regla sería para todos los partidos, la idea es que se aplique en los que las condiciones sean anormales: Manaos, Cuiaba las del norte y nordeste. La elección de Curitiba por parte de España tiene parte de explicación en el clima. Con temperaturas suaves y a casi mil metros sobre el nivel del mar parece ideal.