La Fiscalía Estatal de Mali dispuso este sábado la captura internacional de líderes de grupos rebeldes islámicos y de la etnia tuareg, a quienes acusa de cargos por terrorismo y otros delitos.
La instancia jurídica integró en una lista de 28 nombres a presuntos miembros de la organización musulmana Al Qaeda en el Magreb Islámico y del tuareg Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad.
Los fiscales se abstuvieron de precisar el por qué de esa orden de arresto en medio de la tensa situación de guerra del país por la intervención de tropas francesas en el norte y por los choques internos entre facciones del Ejército en la capital.
El presidente interino, Dioncounda Traoré, por su parte, declaró la televisión local sentirse «profundamente entristecido» por la intensidad que cobraban esos combates.
Fuerzas del Ejército enfrentaron a boinas rojas paracaidistas amotinados en el cuartel de Djikoroni, al oeste de Bamako, que dispararon contra la fuerza pública.
Al menos tres civiles muertos y varios heridos fue el saldo de un ataque a ese enclave militar de efectivos vinculados al golpe de Estado del pasado 22 de marzo, cuando el capitán Amadou Haya Sanogo derrocó al presidente Amadou Toumani Touré.
El amotinamiento se produjo, según distintas fuentes, por el descontento de los boinas rojas leales a Touré ante medidas disciplinarias impuestas por el alto mando.
Las tropas francesas de intervención, por su parte, ocuparon este viernes la localidad de Aguelhok, a unos 160 kilómetros de la norteña ciudad maliense de Kidal, donde se encontraban atrincherados grupos islámicos.
Esa demarcación es considerada bastión de esas milicias que controlaban el norte del país desde junio pasado e intentaron a principios de este año avanzar hacia el sur.
Francia alegó una solicitud del Gobierno maliense para decidir su intervención desde el 11 de enero pasado, y ya tiene en el país cuatro mil soldados y diversos medios de combate aéreos y terrestres.