En el Instituto Penitenciario de Capacitación Agrícola y Artesanal (Ipca) de Portuguesa se forman para el trabajo y reciben educación formal 159 penados que gozan de beneficios de prelibertad, la mayoría procedente del Centro Penitenciario de Los Llanos Occidentales (Cepello).
Se imparten en este instituto, ubicado al lado del centro de reclusión, talleres de herrería, ebanistería, panadería y mecánica automotriz, así como capacitación para la fabricación de bloques, la producción avícola y la prestación de servicios de electroauto.
El director del Ipca, Iván Cordero, informó que este centro atiende a 55 privados de libertad que tienen el beneficio de destacamento de trabajo, a 101 con régimen abierto y a tres con régimen de confianza.
«Acompañamos la formación productiva con educación formal en los niveles Primaria y Media General e incluso posibilitamos a los internos el ingreso a la universidad», destacó.
La producción generada en los talleres se destina a satisfacer necesidades de la propia población penitenciaria y a atender requerimientos de otros sectores, entre ellos el educativo, con el suministro de pupitres a planteles de distintas zonas de Portuguesa.
Cordero refirió que la producción de panes, por ejemplo, se utiliza para el consumo de la población del Ipca y del Cepello, mientras que con la de huevos se abastece a distintos penales de la región centroccidental y con los servicios automotrices se atiende la demanda de instituciones del Estado e incluso se amplía la oferta a empresas privadas.
Comentó que en las instalaciones del Ipca está en construcción un nuevo taller para la producción de carne y pollo, espacio que servirá para garantizar la incorporación de la población penal al trabajo intramuro y extramuro y avanzar en la transformación de los centros de reclusión en espacios productivos.