En abril se realizará en Caracas un foro internacional para exponer las pruebas sobre la “responsabilidad” de medios internacionales en el intento de golpe contra Venezuela. Esta es una de las acciones anunciadas por colectivos de periodistas, comunicadoras y comunicadores por la paz para hacerle frente a la “guerra sucia” de empresas que tergiversan lo que sucede que en Venezuela.
El periodista y conductor del programa Cantar de gallos de Venezolana de Televisión, Hernán Canorea, leyó el comunicado en nombre de agrupaciones de profesionales de la comunicación y de medios comunitarios de diferentes partes del país. En la misiva, las organizaciones rechazaron la “las matrices que manejan los cárteles mediáticos privados al servicio de los Estados Unidos”, basadas en la “creación y la divulgación de informaciones falsas, que convierten a las víctimas en victimarios y desarrollan campañas de guerra sucia contra el Gobierno de Venezuela”.
Las “informaciones falsas”, señala el comunicado, están sustentadas en órdenes del Departamento de Estado de Estados Unidos para justificar el “terrorismo, camuflado de protesta pacífica”, que ha dejado hasta la fecha, 37 personas fallecidas, ataques y destrucción de bienes públicos o privados, así como acoso de la población. En este contexto, los medios presentan las condiciones para “un escenario de conflicto armado” entre la población y justificaría una “intervención extranjera”.
Por esto, denuncia la misiva, en la patria de Bolívar se encuentran permanentemente “dirigentes de la desestabilización y opinadores de oficio contra la Revolución bolivariana en espacios de radio, televisión, prensa e internet”. Las y los periodistas también rechazaron que las empresas del “cártel mediático internacional asignaron las últimas semanas corresponsales permanentes en Venezuela, para la cobertura exclusiva del (supuesto) escenario de guerra” que se vive en 18 de los 335 municipios del país.
CONTRA LA GUERRA
En su misiva, las comunicadoras y los comunicadores calificaron como “guerra sucia” la campaña de desinformaciones de medios internacionales contra Venezuela. Argumentaron que esta maniobra está basada en el irrespeto a la opinión pública; en la falta de veracidad de los contenidos que promueven rumores y se escudan en el anonimato; en la uniformidad de las titulaciones; el ocultamiento de los “verdaderos responsables” de la desestabilización; la criminalización sin pruebas de grupos y movimientos sociales; así como en el uso de las redes para promover el odio.
Igualmente, el comunicado asegura que en Venezuela se ejerce plenamente la libertad de expresión y que las denuncias de la ausencia de este derecho humano “es una abierto chantaje” para continuar con la “incitación al odio” y la violencia contra el pueblo.
COMO EN RUANDA
Las y los periodistas también alertaron que los intentos de provocar en Venezuela un escenario de confrontación armada interna mediante el “terrorismo mediático” busca repetir la experiencia que vivió Ruanda en los años noventa, cuando “las transnacionales de la información diseñaron el enfrentamiento entre las poblaciones Tutsis y Hutus”, que provocó la muerte de 800 mil personas en 100 días.
Este hecho, que conmovió a la opinión pública mundial, concluyó con propietarios de radio y televisión del país africano en la cárcel, por “haber orquestado un minucioso plan destinado a multiplicar el odio étnico y persuadir a la gente de asesinar” a habitantes de estos dos pueblos.
Las comunicadoras y los comunicadores por la paz adelantaron que próximamente invitarán a periodistas honestos y que no estén subordinados “al tutelaje imperial” para que visiten el territorio nacional y den cobertura a los acontecimientos. Igualmente, apuntaron que sostendrán reuniones con organizaciones internacionales como la Federación Latinoamericana de Periodistas, sindicatos y colegios de periodistas latinoamericanos y la Organización Internacional de Medios Comunitarios.
En la lectura del comunicado estuvieron presentes representantes del Movimiento Periodismo Necesario, la Plataforma de Periodistas y Comunicadores Populares de Venezuela, la organización Periodistas por la Verdad, Combate, el Colectivo de Twitteros Socialistas, el Consejo Nacional de Comunicadores Socialistas, @Forocandanga, el Bloque de Comunicadores Populares del Oeste, la Red de Cineclubes de Caracas, el Consejo de Trabajadores de la Comunicación, el Frente de Asediados y Torturados de la Cuarta República y la radio comunitaria Un nuevo día.
También hubo representación de comunicadoras y comunicadores de los estados Bolívar, Barinas, Apure, Carabobo, Cojedes, Falcón, Guárico, Lara, Mérida, Miranda, Monagas, Nueva Esparta, Portuguesa, Sucre, Táchira, Trujillo, Vargas, Yaracuy y Zulia.
Igualmente, en la lectura del comunicado estuvieron reconocidos periodistas como Rosita Caldera, Helena Salcedo, Zaida Rausseo, Cristina González, Igor Molina, Diógenes Carrillo, la diputada a la Asamblea Nacional, Tania Díaz y los legisladores Earle Herrera y Carlos Sierra.
Rosita Caldera: empresas de la comunicación actúan impunemente contra la patria de Bolívar
Durante un acto de comunicadoras y comunicadores por la paz, la periodista Rosita Caldera, ofreció un discurso en el que denunció la participación de los medios en una conspiración permanente contra el Gobierno venezolano.
La comunicadora citó La dictadura mediática, del escritor Luis Britto García, quien señala que en estos tiempos los golpes de Estado no se mantienen en secreto sino que se divulgan hasta saturar a la audiencia hasta que lo acepte como “un hecho inevitable”, y que esto es lo que ocurre con algunos medios privados de Venezuela.
Empresas dedicadas a la comunicación fueron las “que impunemente” protagonizaron “la conjura contra Chávez y ahora 12 años después participan en otro intento subversivo contra el Gobierno de Nicolás Maduro”, denunció Caldera.
La periodista aseguró que desde el golpe de 2002 no ha cesado la conspiración contra el país y se han mantenido las campañas de descrédito en los ámbitos nacional e internacional, que incluso desconocen las victorias electorales de la Revolución. Fustigó que los ataques mediático contra el Ejecutivo promueven la insurrección y el terrorismo urbano.
La comunicadora apuntó que en ningún país los medios pueden estar saturados de llamados a la insurrección, al magnicidio y la violencia como sucede diariamente en la patria de Bolívar.
“Nuevas realidades y urgencias como las que estamos presenciado reclaman acciones decisivas, que tengan la verdad en el sitio de donde la sacaron los mercenarios de la comunicación plegados sumisamente a intereses antinacionales, y mientras se quejan de que falta libertad de expresión, que la tienen en abundancia, falsifican informaciones, ponen a circular por el mundo difamaciones y mentiras que jamás rectifican, aún cuando son puestos al descubierto, sin que no ocurra sanción alguna”, demandó Caldera.