Columna Memorias de la insurgencia guerrillera|La fosa común de Santa Rosa (Opinión)

Es necesario aclarar ante los sospechados hallazgo de cadáveres en una fosa común en la parroquia Santa Rosa del Municipio Rojas en Barinas que el Estado venezolano de manera discreta y prudencial tiene cuenta del caso; es correspondencia de la Fiscalía y especialmente de la Unidad Criminalística llevar adelante las pesquisas, cualquier opinión antes de esperar los resultados es arriesgada y temeraria.

Los casos de fosas comunes de asesinados por razones políticas en Venezuela son muy contados, distintos a lo ocurrido en El Salvador y otros países que fueron también afectados por las prácticas funestas del terrorismo de Estado.

Algunos casos como la masacre de Caño Cruz en el oriente de Venezuela, hoy en proceso de investigación por parte de la Comisión por la Justicia y la Verdad y la Fiscalía, revisten una significación histórica que luego de concluir el proceso serán conocidas por todo el pueblo venezolano y el mundo; son sumas sobre las prácticas sistemáticas de terror de la IV República.

Sin embargo, los casos de la fosa común en Santa Rosa o “La Peste” en el Cementerio General del Sur deben ser investigados como exige efectivamente ese proceso, para determinar las causas, orígenes y detalles de violaciones a los derechos humanos.

Decir que el Estado venezolano hoy “no ha dicho ni esto ni lo otro” es ser injustos con la realidad, existen las pruebas de casos resueltos o en proceso presentados por la Comisión por la Justicia y la Verdad, y las acciones de la Fiscalía General de la República no dejan dudas que este Estado, como nunca antes, ha hecho honor al derecho a la justicia.

Lo otro es hacerle coro a esta opinión: “La diplomacia petrolera de Venezuela también le ha permitido al gobierno del presidente Nicolás Maduro cometer graves violaciones de los derechos humanos –incluyendo torturas y asesinatos a quemarropa, según la organización Human Rights Watch– sin recibir prácticamente ninguna crítica de los países que reciben petróleo de PetroCaribe”, Andrés Oppenheimer, en The Miami Herald, 7 de septiembre de 2014.

La crítica revolucionaria es un asunto de deber pero sobre todo de responsabilidad. Venezuela ahora está atacada por francotiradores internacionales que debemos neutralizar con la verdad científica, desde adentro y desde afuera.

T/ Aldemaro Barrios R.
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