La mayoría de la población francesa rechaza la versión de que las acusaciones de la justicia contra el expresidente Nicolás Sarkozy forman parte de una conspiración en su contra, según revela una encuesta difundida hoy aquí.
El 63 por ciento de las personas, es decir dos de cada tres, estiman que el antiguo jefe de Estado recibe un tratamiento similar al de cualquier ciudadano sospechoso de haber cometido un delito, indica la firma BVA, autora del sondeo.
La víspera en una comparecencia ante un canal de la televisión pública gala, Sarkozy denunció que hay una instrumentalización política en una parte de la justicia destinada a dar una imagen suya muy distinta de la realidad.
En particular el exgobernante criticó las 15 horas de detención provisional a que fue sometido, así como el prolongado período de escucha judicial a sus conversaciones telefónicas, ordenada en septiembre de 2013.
Hoy el presidente de la Asamblea Nacional, Claude Bartolone, del gubernamental Partido Socialista, criticó la comparecencia del expresidente y dijo que le dio «un golpe sucio» a la justicia, al acusarla públicamente de estar instrumentalizada.
Los investigadores sospechan que el antiguo mandatario ofreció un puesto de importancia a un alto magistrado de la Corte de Casación a cambio de recibir informaciones acerca de un expediente abierto sobre presunto financiamiento ilícito de su campaña electoral en 2007.
En base a las pruebas reunidas, el polo financiero de la Fiscalía de París lo acusó de tráfico de influencias, corrupción activa y encubrimiento de violación al secreto profesional, delitos por los cuales podría recibir una pena de 10 años de prisión.
La prensa francesa tiene este jueves en su primera página el nuevo escándalo que rodea a Sarkozy, quien gobernó entre 2007 y 2012 y ha sido vinculado a varios casos de corrupción desde su salida del Palacio del Elíseo.
El rotativo Liberación titula su portada «La retórica del complot», mientras en Le Fígaro se lee en grandes letras «Sarkozy, el contraataque», y el capitalino Le Parisien asegura «Esto va a explotar».
Respecto al futuro judicial del acusado, el portal Francetv señala que, como en todo proceso en los tribunales, no se descarta una condena si la fiscalía comprueba los delitos, pero difícilmente el antiguo mandatario pondría un pie en la cárcel.
El código penal francés indica que los jueces determinan las penas y establecen el régimen para cumplirlas «en función de las circunstancias de la infracción y de la personalidad de su autor».
En este caso, dice el medio, aún si fuese condenado, Nicolás Sarkozy recibiría el beneficio de una exoneración.