Con 87 adolescentes embarazadas, la Fundación Niño Simón en Maracaibo, estado Zulia, dio inicio al Programa de Atención y Protección a Adolescentes Embarazadas, con el cual se busca contribuir en la tarea de crear conciencia para minimizar los altos índices de esta realidad, en la que el Zulia alcanza el 34 %, según estadísticas del Ministerio del Poder Popular para la Salud.
Ana Clara Barboza de Di Martino, presidenta de esta fundación adscrita al Ministerio del Poder Popular para la Educación, informó que este programa tiene como objetivo desarrollar acciones estratégicas para la prevención, atención y protección integral de niñas y adolescentes embarazadas, mediante redes de apoyo intra e interinstitucional.
En este sentido se cuenta con un equipo integrado por médicos, psicólogos, trabajadores sociales que, según explica Barboza de Di Martino, permitirá el acompañamiento permanente de orientación psicoeducativa, a través de la atención psicológica, física, odontológica y nutricional, hasta poderlas ubicar en la Misión Saber y Trabajo, para que se preparen en el campo laboral.
Expuso que este programa de atención se creó para poner atención a los altos índices de embarazo a temprana edad en el estado y por los problemas a los que se enfrenta la joven embarazada, tanto en el orden psicológico como en el de la salud, como la carga de culpabilidad, deserción escolar, parto prematuro, prolongado o difícil, preeclampsia o eclampsia, riesgo de anemia, infecciones, reacción depresiva; así como las consecuencias para el niño, como el poco peso al nacer, las malformaciones congénitas, el retraso mental, la ceguera, la epilepsia y la parálisis cerebral.
Manifiesta la presidenta de la Fundación Regional Niño Simón que tienen la intención de abordar a la mayor cantidad de niñas, lo cual se logra a través de visitas sociales, que brindan las herramientas para continuar con los próximos pasos, en los que se incluyen la atención de especialistas, la asistencia a talleres informativos y de orientación, la atención post parto, en la que se le da seguimiento al cuidado del recién nacido, y la inclusión académica de la madre precoz.
Wilmary, una de las jovencitas perteneciente al programa, tiene 17 años y ya es madre. Con su bebé de pocos días de nacido en su juvenil regazo, contó su experiencia a otras adolescentes más jóvenes que ella, quienes lucen su vientre abultado en un cuerpo aún de niña.
Dice que al principio de su embarazo estuvo bien, pero luego llegaron las complicaciones y que fueron atendidas, por lo cual su hijo nació saludable.
«Es bonito tener un hijo, pero no es fácil. Es todo como muy rápido (…) ahora entiendo que todo es a su debido tiempo y es importante la orientación», reflexionó Wilmary, quien se dedicará a la crianza de su pequeño hijo y a prepararse académicamente para el futuro de ambos.