Como es ya tradición, la Fundación Oswaldo Guillén regaló sonrisas a las niñas y niños del país que padecen cáncer, y reciben tratamientos de quimioterapia y radioterapia para salir adelante.
Junto con la Asociación Venezolana de Padres de Niños con Cáncer, la fundación organizó una gran fiesta en la Hermandad Gallega de Caracas, en la que, lejos de las instalaciones hospitalarias, 180 jovencitos disfrutaron de un día diferente, en familia.
“Estoy muy orgulloso por compartir este día con estos niños hermosos y especiales. Hemos decidido que hagan un alto en sus tratamientos médicos, para que se distraigan un poco y nos regalen una sonrisa, después de un año de tantos dolores”, declaró el grandeliga Oswaldo Guillén, pelotero retirado y mánager campeón en las Grandes Ligas.
El eterno número 13 de la “Guerrilla” de los Tiburones de La Guaira, explicó que quisiera hacer más por estos jóvenes, pero lamentablemente el dinero no le alcanza para hacer mayor cosa. Sin embargo, eso no le impide seguir trabajando para recaudar más fondos.
LA ACTIVIDAD
En la fiesta hubo carros de perros calientes, así como comida en abundancia tales como cotufas, arepas, obleas, tequeños, pasteles, cachitos, pizzas, algodón de azúcar y para la distracción habían vídeo juegos e instrumentos musicales para quienes tocan música.
“Tenemos a más de 180 jóvenes reunidos. Este es el único día en que los médicos les permiten comer y hacer lo que ellos puedan, porque en realidad se los merecen”, agregó Rosa de Briceño, presidenta de la Asociación Venezolana de Padres con Niños con Cáncer.
Además de todo lo que había para las y los niños, los padres recibieron una clase de bailoterapia por el reconocido entrenador Pedro Moreno.
“Es muy importante que los padres también se unan a estas actividades recreativas, porque cuando nos diagnostican a un hijo con cáncer, el Mundo se nos desmorona y nos olvidamos de nosotros por dedicar nuestras vidas a nuestros familiares”, comentó Briceño.
UN DEBER
Al final de la jornada, las y los jovencitos, comieron saltaron, jugaron, compartieron y recibieron unos hermosos juguetes.
“Esta es una labor que hace mi familia todos los años y mientras yo tenga vida la vamos a seguir haciendo. Creo que este es mi deber como ciudadano y venezolano. Lo hago con mucho cariño, porque creo que obligado, nada funciona en este mundo”, precisó Guillén.
El polémico pelotero y estratega de Grandes Ligas, destacó que ya son 15 años los que tiene trabajando con su fundación y que gracias a Dios se ha podido mantener en el tiempo.
También explicó que, como fanático de la salsa, está ligado a figuras de ese género musical como Rubén Blades y Tito Nieves, quienes le aportan recursos a la fundación.