Mantiene programa de becas y apoyo a estudiantes de pocos recursos|Fundayacucho da respaldo a proyectos del Poder Popular

La adscripción de la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho al Ministerio del Poder Popular para Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias, le dio un giro a todo el trabajo de formación que había hecho este organismo mientras estuvo bajo la tutela del Ministerio de Educación Superior.

En entrevista con el Correo del Orinoco, la presidenta de la institución, Julia Montoya, sostuvo que, sin descuidar lo que se hacía antes, ahora también se va a propiciar la capacitación del talento humano con el fortalecimiento de las líneas estratégicas del ministerio de Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias, “que tienen que ver con el tema satelital, las telecomunicaciones y la industria automotriz, entre otras especialidades”.

Señaló que el Gobierno Bolivariano está rompiendo con los viejos paradigmas de la educación elitista, al poner la ciencia y la tecnología al servicio del pueblo, mediante la formación universitaria y la capacitación popular.

NUEVAS FORMAS DE CAPACITACIÓN

Luego de entregar becas masivamente, acentuó Julia Montoya, en Fundayacucho surgieron nuevas ideas que fueron madurando en los últimos tres años.

De esta manera, prosiguió, “durante la gestión del profesor Jorge Arreaza se aplicaron otras formas de capacitación y formación, enmarcadas en el Plan Nacional Simón Bolívar 2007-2013”, con las cuales se promueve la educación como pilar fundamental. Una de ellas es la modalidad de becas por convenios.

En ese sentido, la Fundación, junto con otros entes del Estado venezolano, ha desarrollado convenios para ofrecer estudios de especialización en el exterior, con el propósito de fomentar el desarrollo integral de las venezolanas y los venezolanos.

Antes de la llegada de la Revolución, explicó Montoya, esta institución no apoyaba estudios de diplomado y cursos de ampliación. Pero ahora se esfuerza por la formación integral de la colectividad, “porque es necesario contar, no sólo con profesionales titulados en diferentes áreas, sino también con una sociedad que esté capacitada para afrontar los diferentes retos que demanda el nuevo modelo de país en el que vivimos”.

En los últimos tres años, la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho también ha financiado 56 proyectos destinados a fortalecer la educación popular. Así lo sostuvo Félix Caraballo, vicepresidente de Becas, Convenios y Poder Popular de esta institución.

Caraballo aseguró que, “a partir de estos proyectos comunitarios de alto impacto social, la institución se ha comprometido con la transferencia de recursos al Poder Popular”. Sólo este año, acotó el funcionario, “tuvimos 21 proyectos aprobados en Consejo Legislador”, equipo transdisciplinario que evalúa cada una de las propuestas, para posteriormente financiarlas.

La creación de la Universidad Indígena (en 2008), propuesta de los pueblos originarios aprobada en primera discusión por el Consejo Nacional de Universidades (CNU), fue una de las más relevantes, indicó Caraballo.

El funcionario destacó la puesta en marcha de una Escuela Endógena de Hip Hop, proyecto del recinto de cultura urbana Tiuna El Fuerte, en el sur de Caracas. Al referido espacio cultural pueden dirigirse jóvenes de distintos sectores populares que quieran formarse en la esencia poética del Hip Hop, la cual constituye una herramienta artística de protesta contra el sistema preestablecido.

También destacan las radios comunitarias y alternativas ubicadas en distintas comunidades. “Estos proyectos comunitarios buscan fortalecer las necesidades que tienen los Consejos Comunales, los movimientos sociales y los movimientos de resistencia, que con su mirada, van hacia la construcción de un socialismo hacia el sur”, enfatizó.

Felix Caraballo: La institución se ha comprometido con la transferencia de recursos al Poder Popular

DERRIBANDO LA VIEJA INSTITUCIONALIDAD

Con la intención de permitir, de una vez por todas, que las comunidades organizadas se “empoderen” de las políticas públicas, Fundayacucho también ha establecido planes de formación para erigir la nueva estructura institucional.

A juicio de Félix Caraballo, “derribar la vieja institucionalidad del Estado burgués es la principal tarea que deben asumir los altos funcionarios públicos”. Para ello se creó el Programa de Reforzamiento Académico para Servidores Públicos (PRASAP).

El referido sistema tiene como finalidad apoyar, promover y otorgar facilidades para la formación académica de los servidores públicos de larga, media y corta trayectoria, con lo que se impulsa un eficiente desarrollo de la superestructura del servicio público.

SOLIDARIDAD EDUCATIVA INTERNACIONAL

Cerca de 2.700 estudiantes provenientes de 42 países, de los cuales ya han egresado unos 200, se han integrado al sistema educativo venezolano mediante el Programa de Becas a Estudiantes Internacionales que desarrolla Fundayacucho, recordó Mairín Moreno, vicepresidenta de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y Cooperación Internacional de la Fundación.

Este programa, que en 2010 alcanzó su cuarto año de funcionamiento, pretende satisfacer las necesidades educativas de aquellos jóvenes, procedentes de otras latitudes, que no tuvieron la oportunidad de cursar estudios universitarios en sus respectivos países, a consecuencia de la exclusión social.

Datalló Moreno que la gran mayoría de ese grupo “ha sufrido el infortunio de las desigualdades sociales del sistema capitalista”; sobre todo, quienes hacen vida en territorio africano.

Sin embargo, con el apoyo que ofrece Fundayacucho, ellos ahora tienen la oportunidad de cursar estudios de pregrado en más de 100 instituciones de educación universitaria en Venezuela, como la Universidad Deportiva del Sur, la Escuela Latinoamericana de Medicina y la Universidad Bolivariana de Venezuela, así como en otras universidades experimentales e institutos tecnológicos.

“Esta es una experiencia inédita, dado que en Venezuela no se había brindado apoyo a estudiantes internacionales”, argumentó la funcionaria.

EDUCACIÓN LIBERTARIA EN EL CARIBE

Mairin Moreno: Apoyamos a los estudiantes internacionales que han sufrido el infortunio de las desigualdades sociales del sistema capitalista

Otro importante espacio de formación que ofrece la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho es la cátedra estudiantil “Bolívar, Martí y Sandino”. Esta propuesta, impulsada en el contexto de la ALBA, contempla la realización de foros vinculados con los diversos procesos de liberación en Latinoamérica y el Caribe.

La Cátedra, que ya cuenta con dos años de vida, “fue institucionalizada en Cuba”, específicamente en la Universidad de La Habana y en la Universidad Agraria de Nicaragua, afirmó Mairín Moreno. Se ha realizado con total éxito en países como Haití, Chile y Brasil.

Para el mes de noviembre, anunció Moreno, se tiene estipulado que estos estudios se conozcan en Dominica y San Vincent.

ENTRE AVANCES Y DESACIERTOS

A pesar de las duras críticas por el apoyo brindado a estudiantes internacionales, las autoridades de Fundayacucho consideran que este programa constituye un gran avance para la integración regional.

Lo que sí puede ser un desacierto, apuntó Mairín Moreno, es la ausencia de residencias estudiantiles. “Ese ha sido uno de los principales problemas”, admitió.

No obstante, acotó que se ha atacado con la ayuda de distintas instituciones del Estado, y gracias a la colaboración de las comunidades, las cuales han manifestado una gran receptividad para atender a estos jóvenes.

Julia Montoya considera que han sido más los logros alcanzados, que los errores cometidos por la institución.

“Han intentado atacarnos diciendo, entre otras cosas, que estamos quitando espacios en las aulas a los estudiantes venezolanos para cederlos a los estudiantes internacionales, pero realmente esta población no llega ni al 1%, por lo que resulta imposible que ellos sean una carga para el Estado”, sentenció.

Agregó que este es un gesto de solidaridad contemplado en la propuesta de integración e intercambio que promueve el gobierno del presidente Hugo Chávez y que además, forma parte de las metas planteadas por la nueva Fundayacucho.

INSERCIÓN EN EL SISTEMA SOCIOPRODUCTIVO

Como muestra de la mística y dedicación con la que trabaja Fundayacucho se realizó recientemente un proceso de actualización de datos, que según Julia Montoya, permitirá conocer el estatus de los becarios e identificar las áreas en la que les interesa desempeñarse profesionalmente, una vez culminados sus estudios.

Próximamente se adelantara un proceso de cierre de expedientes para saber dónde están los becarios de Fundayacucho y qué están haciendo, a fin de garantizar su inserción en el sistema socio-productivo, anunció su presidenta.

En ese sentido, aseguró que la institución ha establecido vínculos con todos los ministerios y entes gubernamentales “para que la primera fuente donde ellos localicen el talento humano sea Fundayacucho”.

ADIÓS A LOS CRÉDITOS

La Fundación Gran Mariscal de Ayacucho, fundada hace 35 años, se dedicó por mucho tiempo a otorgar créditos educativos. Como si se tratara de una operación bancaria, los interesados en optar a este préstamo debían tener un fiador que avalara la cancelación de esa deuda, en caso de que los mismos no pudiesen asumirla en su totalidad.

Para aquel entonces, detalló Julia Montoya, la institución mantenía una posición individualista, ya que no había una vinculación entre las necesidades socio-productivas del país y las áreas de formación.

“Se trataba de proyectos personales de beneficio individual, que sólo eran facilitados a quienes tenían la capacidad de pago, y a personas vinculadas con los gobiernos de turno”, dijo. Uno de ellos fue el ex alcalde de Chacao, Leopoldo López, quien estuvo becado en el exterior cuando su padre era presidente de la Fundación.

Con la llegada del proceso Revolucionario, el presidente Hugo Chávez tomó la decisión de convertir en becas lo que antes se tramitaba como un crédito.

“Le decimos adiós a los créditos, a los fiadores y al vínculo monetarista con la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho”, anunció el profesor Jorge Arreaza durante el primer acto de entrega de becas masivas de la nueva Fundayacucho, efectuado en mayo de 2006.

Para Arreaza, quien presidio la institución hasta el 2009, con este cambio de modalidad se estaba asumiendo el compromiso con el nuevo Estado, al “democratizar el acceso a la educación superior y a la igualdad de condiciones”.

En esta nueva etapa, apuntó Montoya, Fundayacucho ha logrado beneficiar a más de 100.000 jóvenes venezolanos, quienes han podido insertarse en un proceso de formación académica en áreas específicas y carreras prioritarias para el desarrollo pleno de la nación.

Para ello, la institución también estableció nuevas alianzas con países e instituciones que estuviesen en sintonía con la propuesta venezolana. Se trataba de no mirar hacia el norte, “sino más bien hacia el sur”.

A partir de ese momento, se dejó atrás el envío de becarios a las universidades norteamericanas para propiciar su formación académica en países como Brasil, Chile y Argentina, en Latinoamérica; y Francia, Rusia y Alemania, en Europa.

La Fundación tampoco garantizaba el retorno de los estudiantes al país luego de alcanzar su profesionalización en el exterior. “Ahora, con la creación del programa Mariscal Sucre, Vuelta a la Patria, estamos concientizando a los jóvenes venezolanos que hemos becado para que retornen y trabajen por este proyecto de país”, puntualizó Julia Montoya.

T/ Héctor Escalante y Luis Lovera Calanche
F/ Luis Franco
Caracas