El gabinete del primer ministro ruso, Dmitri Medvedev, reprobó hoy una propuesta de ley al Parlamento sobre un endurecimiento de la condena penal hasta 10 años de cárcel por la tala ilegal de bosques en Rusia.
La referencia oficial, remitida a la Duma estatal (cámara baja), indica que la iniciativa presentada por la Asamblea Parlamentaria de la región de Vologod carece de una debida argumentación y se sugiere enfrentar el ilícito con las normativas vigentes.
El órgano legislativo regional propuso un aumento de la condena máxima de seis a 10 años de privación de libertad por la tala ilegal, así como la prohibición de ocupar determinados cargos o a desempeñar actividades específicas en un plazo de hasta una década, como sanción para los infractores o responsables indirectos.
En Rusia, varias regiones y provincias, como Leningrado, se pronunciaron en los últimos tiempos por apoyar un endurecimiento de la legislación contra la depredación de los bosques.
La nota del Gobierno atribuye al proyecto legislativo falta de claridad en los datos acerca de la poca efectividad de las medidas de responsabilidad penal y administrativa, e insuficiente sustentabilidad sobre la necesidad de cambios en el Código Penal, referido a dicha problemática, consignó la agencia Ria Novosti.
En opinión del ministerio de Interior, el proyecto de ley no tiene en cuenta que el castigo de privación de libertad con pena máxima de 10 años está previsto en la actual legislación para delitos de mayor peligrosidad contra la integridad física de las personas, argumentó la cartera.
Durante una reunión del Consejo de Estado sobre la situación de la economía forestal en Rusia, celebrada en pasado 11 de abril, el presidente Vladimir Putin abogó por un endurecimiento de los castigos contra las personas que destruyen los bosques.
Instó el mandatario a desarrollar un sistema de monitoreo permanente y a determinar medidas más severas para aquellos «que destruyen salvajemente nuestros bosques», y causaron en 2012, según el mandatario, daños al Estado en el orden de los 10 mil millones de rublos, unos 333 millones de dólares.
La tala ilegal aumentó en un 66 por ciento en el último lustro, mientras solo son detectados un 60 por ciento de los cortes indiscriminados, acorde con fuentes oficiales.
Según organizaciones ecologistas, el desmoche de bosques representa alrededor del 44 por ciento de todos los delitos ecológicos en Rusia.