El líder libio, Muamar Al Gaddafi, llamó este jueves a sus seguidores a movilizarse a la ciudad de Benghazi (este), donde se encuentra el bastión de los opositores armados, para liberarla de los «traidores».
«La hora de la batalla ha sonado, prepárense para marchar sobre Benghazi y sobre Misrata (a 200 kilómetros al este de Trípoli), y sobre las montañas del oeste», expresó la máxima autoridad del país en un mensaje difundido por altoparlantes a sus partidarios en Al Ejelat, en el este de la capital del país.
Gaddafi afirmó que su «pueblo es el más fuerte, pues defiende su dignidad, su honor y su tierra», reseñó la agencia AFP.
También hizo referencia a la Organización del Tratado para el Atlántico Norte (Otan), a la que calificó como los «cruzados» que serán vencidos porque «hacen una guerra injusta».
«Estamos aquí y nos quedaremos en esta tierra. Permaneceré junto a mi pueblo hasta la última gota de mi sangre», aseveró.
El discurso de Gaddafi se conoció luego de que el Ejército libio mantuviera duros combates contra los separatistas en la localidad de Al Asaabaa, ciudad a 80 kilómetros al sur de Trípoli.
Según reportes de prensa, los opositores armados habrían sido expulsados de la zona.
Con respecto a la situación en Benghazi, la organización Human Rights Watch (HRW) denunció el miércoles que los separatistas son responsables de incendios, saqueos y abusos contra la población civil.
HRW explicó que los actos violentos han sucedido durante el mes de junio y hasta la semana pasada, cuando los separatistas atacaron una región montañosa al sur de Trípoli.
«En cuatro aldeas los combatientes rebeldes y sus partidarios saquearon casas, hospitales, tiendas», puntualizó la organización internacional.
También señaló que un comandante rebelde, identificado como Al Mukhtar Firnana, admitió que se habían cometido estas violaciones y que los responsables por estos hechos fueron castigados.