El afortunado ganador del premio equivalente a unos 65 millones de euros en la lotería China de la provincia de Shanxi acudió a una rueda de prensa disfrazado de oso para que no se le viera el rostro.
En China existe esta posibilidad, a diferencia de otras loterías como las estadounidenses donde por contrato el ganador debe acudir a posar a la rueda de prensa junto con un gran cheque con su nombre.
Esta práctica impide a los ganadores de decenas o cientos de millones la posibilidad de permanecer «anónimos» y suele causarles todo tipo de problema con familiares y amigos.
En cierto modo, ganar demasiado dinero a la lotería puede ser también llevar a un frasco personal en toda regla – y todo el mundo se arriesga a ello casi sin saberlo. Además, no hay apenas diferencia práctica en cuando a la felicidad, bienestar y calidad de vida que puede proporcionar la diferencia de 10 o 100 o 200 millones – a veces se aplica aquello de que «más no siempre significa mejor».