Siete equipos multidisciplinarios desplegó la tarde de este miércoles la Gran Misión Abastecimiento Soberano (GMAS) en el estado Portuguesa para acompañar y optimizar la distribución de medicamentos en las 146 farmacias establecidas en la entidad llanera.
«Activa la GMAS en el Motor Farmacéutico, una tercera etapa para el abordaje e inspección de la red farmacéutica, a fin de verificar e informar al Gobierno central la situación de cada una y proponer las soluciones más expeditas para el abastecimiento de medicinas», informó el comandante de la Zona Operativa de Defensa Integral (Zodi) 33, Luis Molero Contreras.
Indicó que la fiscalización se cumplirá durante cuatro días para detectar posibles «nodos» en las cadenas de distribución y comercialización, reportar las novedades al Ejecutivo nacional y ayudar a optimizar los procesos.
Molero declaró en Acarigua durante la activación del proceso en una de las sedes de la cadena Farmahorro, acompañado del responsable del Motor Farmacéutico en Portuguesa, Miguel Vásquez, de un vocero del Consejo Presidencial del Poder Popular en Salud, de un fiscal de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde), de un farmaceuta del Servicio Autónomo de Contraloría Sanitaria del Ministerio de Salud y de efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
Precisó que esta misma estructura se replica en los demás equipos de la GMAS que asumirán el abordaje y dijo que en la jornada inicial de este miércoles se constatarán el funcionamiento, los inventarios, la permisología y los procesos de distribución en las 48 farmacias del municipio Páez.
«Son equipos multidisciplinarios para subsanar, a través del Gobierno nacional, las deficiencias que se detecten en la cadena», aseveró el jefe militar.
Miguel Vásquez, responsable del Motor Farmacéutico en Portuguesa, apuntó que la idea de este acompañamiento es garantizar que los procesos de dispensación y distribución de medicamentos se cumplan a cabalidad, en función de un diagnóstico que se hizo con el gremio de farmaceutas, cuyos voceros «plantean que existen distorsiones en la distribución a farmacias pequeñas, aumentos constantes de precios en algunos medicamentos, entre otras irregularidades».
Ante esta situación, explicó, la GMAS se propone verificar la distribución y «servir de catalizador y de puente para que a nivel de droguerías, laboratorios e incluso importaciones se destrabe cualquier nudo y el medicamento termine de llegar».
Vásquez destacó que la intención de este proceso es apoyar al sector farmacéutico con una acción de acompañamiento y no punitiva, a objeto de determinar «dónde están las fallas para ayudar» y garantizar al pueblo el abastecimiento regular de medicinas.
Reportó que, a nivel público, ya los medicamentos están llegando directamente a los consultorios. «Ahora vamos a la red privada para garantizar la atención oportuna de la demanda», recalcó.