El viceministro de Régimen Interior y Policía boliviano, Jorge Pérez, calificó de «criminal» la marcha convocada por la cúpula de la Central Obrera Boliviana (COB), en demanda de un desmedido aumento salarial, en la cual los asistentes, opositores al gobierno de Evo Morales, emplearon cartuchos de dinamita contra la policía.
«Son hechos criminales que deben ser censurados por todos los bolivianos, porque no respetaron a los padres de familia que estaban yendo a recoger a sus hijos de sus colegios y lanzaron a quema ropa cachorros (cartuchos) de dinamita», expresó Pérez, citado por ABI.
El ataque a la policía tuvo lugar en las adyacencias de la Plaza Murillo de La Paz, centro del poder político del país, hacía donde se dirigía la marcha convocada por la COB en su primer día del paro de 72 horas.
Las detonaciones dejaron un saldo de siete heridos y daños materiales.
«No se puede permitir ni tolerar este tipo de hechos y convocamos a la cordura, al respeto de los derechos humanos y físicos no solamente de los policías sino de las personas«, agregó Pérez.
El funcionario señaló que algunos dirigentes como el ex líder de la COB Jaime Solares, a quien han acusado en reiteradas ocasiones de mantener vínculos con dirigentes políticos opositores, incitaron a la violencia en la movilización.
La cúpula de la COB se niega a aceptar 20% de aumento al salario mínimo y 8% al sueldo general propuesto por el Gobierno. Al contrario, exigen un incremento de 10 veces el salario mínimo actual, medida que resulta desmedida e irreal tanto para el Ejecutivo, como para analistas laborales y economistas.
«Con la excusa de defender el salario de los trabajadores se aprovechan de este tipo de situaciones para generar desmanes, violencia y peligro para la integridad física de la ciudadanía, sobre todo, de los policías que resguardan la propiedad pública y privada», apuntó Pérez.
Durante el Gobierno de Morales, iniciado en 2006, los trabajadores han recibido mejoras en las condiciones laborales y se ha duplicado el salario mínimo, que estuvo congelado entre 2003 y 2005.
De concretarse el aumento de 20%, significaría un incremento de más de 110% del salario mínimo que regía antes del inicio del proceso de cambio en 2006.