El ministro del Interior ecuatoriano, José Serrano, afirmó que el Gobierno tiene nuevas pruebas que confirmarían una conspiración planificada para derrocar al presidente de la República, Rafael Correa, el pasado 30 de septiembre de 2010.
Ese día, con el pretexto de un reclamo por supuestos perjuicios salariales, 800 policías se sublevaron en el Regimiento Quito, desconociendo al mando superior, y configurando un claro intento de golpe de Estado al retener durante 12 horas al jefe de Estado en el hospital policial contiguo al regimiento.
“La próxima semana vamos a presentarle al país una nueva denuncia penal, donde vamos a demostrar que esto (el intento de golpe) estuvo preparado ya con días de antelación. Tenemos ya la prueba que esto no fue un tema que se fue armando el 30 de septiembre”, dijo el funcionario.
Aseguró que el Ministerio tiene incluso grabaciones que al momento son sometidas a peritaje. Insistió que con dichas pruebas van a demostrar que “otras personas estuvieron involucradas en esos hechos”, y que inclusive hablan que la conspiración se preparó con varios días de antelación.
Serrano no confirmó si en esas pruebas se logra identificar a los autores intelectuales de la intentona golpista. “Estamos tratando de cerrar el círculo”, dijo.
“Lo fundamental es que ya estas grabaciones nos dan la pauta de esto que se ha tratado de esconder por parte de la oposición”. Según Serrano, (la oposición al régimen dirá) que fueron hechos ocurridos de manera espontanea el 30 de septiembre.
Sostuvo que se demostrará no solo que hubo indicios, sino pruebas suficientes que estos hechos estuvieron debidamente planificados.
“Ya hay grabaciones privadas que nosotros vamos a presentar a la ciudadanía, pero sobre todo a los jueces y los fiscales donde se determina que estos hechos estuvieron planificados con anterioridad”, recalcó.
El ministro del Interior y funcionarios de la Policía estuvieron revisando el fin de semana las grabaciones con las que cuenta el Gobierno.