Este domingo continuaron las protestas callejeras 1 | Gobierno egipcio y oposición acordaron reforma de la Constitución y fin de Ley de Emergencia

El Gobierno egipcio y representantes de la oposición acordaron ayer impulsar reformas constitucionales y poner fin a la Ley de Emergencia, vigente desde 1981, informó Telesur.

Esa norma fue aprobada tras el asesinato del entonces presidente Anwar el-Sadat y concede amplios poderes a la policía, pues permite detenciones indefinidas sin cargos y suspende derechos civiles.

En una reunión sostenida en la sede del Consejo de Ministros en El Cairo, el vicepresidente Omar Suleiman acordó la reforma de los artículos 76 y 77, que norman los requisitos para ser candidato presidencial, y el número de mandatos que puede tener un Jefe del Estado.

El comunicado difundido recopila varios acuerdos alcanzados para “llevar a cabo la transición del poder de manera pacífica de acuerdo con la Constitución”, sin ofrecer más detalles sobre dicha transición.

De acuerdo con lo pactado, se creará una comisión mixta entre el Poder Judicial y personalidades políticas que estudiarán estas reformas constitucionales y legales. La comisión deberá presentar un informe en marzo próximo.

Se comprometieron también a ejecutar las sentencias del Tribunal de Casación sobre las denuncias interpuestas por presuntas irregularidades en las pasadas elecciones generales de noviembre y diciembre, en las que el Partido Nacional Democrático (PND, en el poder), se impuso por mayoría.

El Ejecutivo también prometió perseguir a los corruptos e investigar las causas de la oleada de violencia en las marchas populares que comenzaron el 25 de enero y que exigen la salida del presidente, Hosni Mubarak.

Para hacer seguimiento a lo acordado, se formará lo que denominaron como la “comisión nacional de seguimiento”, integrada por personalidades independientes y representantes de los movimientos de jóvenes que han participado en las protestas callejeras. Este grupo presentará directamente sus recomendaciones y propuestas a Suleiman.

Según el comunicado, las partes expresaron su deseo de que se recupere la seguridad y la estabilidad nacional, y mostraron su rechazo a la injerencia foránea en los asuntos internos.

En la reunión participaron, además de Suleiman, algunos dirigentes políticos y otras personalidades, incluidos representantes de los Hermanos Musulmanes (HM), uno de los partidos políticos más populares de Egipto. El portavoz de la agrupación islamista proscrita desde 1954, Essam el-Erian, aseguró que “no cambiamos nuestra postura”, sino que “decidimos llevar las demandas del pueblo a la mesa de negociación”.

Otro miembro de la HM, Farid Ismail, alegó que la renuncia de la cúpula del gobernante Partido Nacional Democrático (PND), incluida la del hijo de Mubarak, Gamal, “son una señal de la muerte del régimen, de que los pilares del régimen se están desmoronando”, informó Prensa Latina.

POSICIÓN CONFUSA

Sin embargo, hubo grandes ausentes de la mesa de diálogo, tales como el premio Nobel de la Paz y exjefe de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) de la Organización de Naciones Unidas, Mohamed ElBaradei quien exige que Mubarak se vaya como condición previa a cualquier debate.

ElBaradei criticó ayer “la gran confusión” creada el sábado por las palabras del emisario de Barack Obama en Egipto, Frank Wisner, de las cuales el gobierno estadounidense tomó distancia.

Interrogado en la cadena de televisión estadounidense CNN, el premio Nobel lamentó “escuchar voces disonantes”, informó AFP.

“Estados Unidos había dicho muy claramente que (Hosni Mubarak) debía irse. Luego, el sábado, Frank Wisner declaró que Mubarak debía quedarse y ello creó una gran confusión, una gran decepción. Eso nos cayó como un golpe en el estómago”, comentó.

“Los egipcios habían recibido muy bien las declaraciones de Barack Obama en el sentido de que había llegado el tiempo de la transición”, insistió.

El gobierno de Obama tomó el sábado distancia de las palabras de Wisner, quien viajó a Egipto a pedido del Presidente estadounidense.

Wisner había dicho durante un debate en la Conferencia sobre Seguridad en Munich, que “el mantenimiento de Mubarak en la dirección del país es vital”.

UN BUEN AMIGO

Por su parte, el exvicepresidente norteamericano Dick Cheney elogió a última hora del sábado al Presidente egipcio, a quien definió como “un buen amigo” de Estados Unidos, y pidió a Washington que dé una respuesta ecuánime a la revuelta en Egipto.

“Creo que el presidente Mubarak debe ser tratado como se merece, porque ha sido un buen amigo, no sólo de Estados Unidos, sino de muchos otros pueblos con los que mantenemos relaciones”, dijo Cheney en una reunión en Santa Bárbara, California (oeste), en ocasión de la conmemoración del centésimo aniversario del nacimiento del fallecido presidente norteamericano Ronald Reagan.

“Se acerca un tiempo en el que todos deben dejar el pasado atrás y seguir adelante. Es una decisión que sólo los egipcios pueden tomar”, puntualizó.

LAS PROTESTAS CONTINÚAN

Pese a el comienzo del diálogo de los opositores con el vicepresidente Suleiman, y la decisión de modificar la Constitución, continuaron las protestas callejeras en Egipto, informó Prensa Latina.

La plaza Tahrir en el centro de El Cairo, convertida en símbolo de la resistencia de quienes exigen la renuncia del presidente Hosni Mubarak, se vio copada por miles de activistas que aseguran estar dispuestos a permanecer allí hasta conseguir su propósito.

Además de El Cairo, en Alejandría y otras ciudades del país persisten movilizaciones de amplios sectores opositores, aunque con menor cantidad que en días anteriores por el regreso de las personas a sus actividades laborales tras 13 días de convulsión social.

Los bancos abrieron ayer luego de 11 días de inactividad forzada por las revueltas callejeras, aunque con limitaciones para la extracción o transferencias de dinero, y la mayoría de los centros laborales volvieron a funcionar, incluidos tribunales y tiendas.

T/Redacción CO- Agencias
F/AFP