El gobierno de Finlandia confirmó el regreso a el país de unos 50 soldados de servicio en Afganistán, informó este miércoles el diario Helsinki Times.
El retiro de esos militares implica una reducción de casi la cuarta parte de la contribución finlandesa de 195 efectivos a las operaciones de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en el país centroasiático.
Con esta acción, Finlandia persigue cambiar gradualmente el enfoque de su participación en la formación aliada, dijo el Gobierno en un comunicado.
De acuerdo con fuentes oficiales, el papel de las tropas finlandesas en el conflicto se centrará en lo adelante en el desarrollo de la cooperación, el manejo de crisis civiles y el entrenamiento de las fuerzas gubernamentales afganas.
Aunque no pertenece a la OTAN, Finlandia apoyó la invasión liderada por Estados Unidos contra el régimen talibán de Kabul en el contexto de la llamada Guerra contra el Terrorismo, en lo que más tarde devino una serie de cruentas invasiones contra países acusados de presunta actividad terrorista.
Durante el transcurso de su misión en tierras asiáticas, los soldados finlandeses participaron en varias escaramuzas y combates, con resultado hasta el momento de dos bajas.
La primera de ellas fue el sargento Petri Immonen, quien murió víctima de una bomba en el camino de Maimana, al norte de Afganistán en 2007.
En tanto, otro soldado finlandés halló la muerte el pasado febrero al estallar un artefacto explosivo en el automóvil que lo trasladaba junto a otros militares nórdicos, en la norteña provincia de Namangan.