Por Carolus Wimmer|El Gobierno griego (Opinión)

La clase obrera griega merece la admiración de todos. Después de haber vivido los horrores impuestos por la Troika, que sumió a la población en la miseria, y pese a las presiones del imperialismo europeo, que es tan inhumano como su par gringo, la gente tuvo el valor y la esperanza de darse un nuevo gobierno con Syriza.

Sin embargo, no todo es color de rosa. Ante la imposibilidad de lograr la unidad de la izquierda revolucionaria, Syriza hizo una peligrosa alianza electoral con el partido ultraderechista Anexartiti Ellines, quien ostenta, en el reparto de cargos del nuevo ejecutivo, nada más y nada menos que el Ministerio de Defensa. Esto constituye, una mala señal en una nación que tiene amargas experiencias con las dictaduras militares.

El pueblo griego trata de restaurar su dignidad, arrebatada por el Fondo Monetario Internacional, por la Unión Europea. Este resultado es importante no sólo para Grecia, sino para todos los pueblos que en Europa y en el mundo luchan por su liberación nacional.

Por ello es importante, la práctica de la solidaridad internacional no sólo con el recién conformado gobierno, sino también con la izquierda dentro de Syriza y con los partidos revolucionarios que pueden alertar de desviaciones.

Desde aquí expresamos nuestra respaldo a la lucha de la izquierda griega, la clase trabajadora y obrera, los movimientos sociales en esa ardua tarea de refundar su Patria. Pero también exhortamos, desde la práctica revolucionaria venezolana, a lograr la cohesión y la unidad monolítica de todas las fuerzas progresistas. De lo contrario, si no se logra la unidad, se puede arriesgar la esperanza popular.

@wimmerparlatino