El Gobierno de Guatemala trabaja con vistas a concretar en enero la firma del Pacto Ambiental para el Desarrollo Sostenible 2016-2020 con las autoridades que asumirán la conducción del país a partir del próximo año.
Ese compromiso «sería como el Acta de Independencia Ambiental que tendrá Guatemala», de acuerdo con el presidente saliente, Alejandro Maldonado, quien reconoció el descuido y sobreexplotación de los bienes naturales y del entorno en este territorio centroamericano.
La contaminación de los ríos, la deforestación y el mal tratamiento de la basura, entre otros temas, requieren una atención urgente, admiten autoridades del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN).
«Cuidar la naturaleza es un imperativo ético y moral, y esto nos permitirá tener un país más competitivo», declaró el titular de esa carpeta de Gobierno, Andreas Cord Lehnhoff, y definió al Pacto Ambiental como un esfuerzo por reunir compromisos de todos los sectores de la sociedad.
Con base en esa visión, funcionarios del MARN, así como autoridades locales y representantes de distintos sectores de la sociedad, participaron en los últimos meses en varias mesas de debates organizadas para intercambiar ideas en aras de conformar el acuerdo.
Pero quizás el aporte más importante a la preparación del documento, presuntamente llamado a regir el manejo sostenible del medio ambiente en Guatemala en los próximos cinco años, derivó de líderes comunitarios y lideresas de los 48 cantones indígenas guatemaltecos.
A juicio del presidente de la Junta Directiva de Recursos Naturales de los 48 Cantones, Valentín Sic, la experiencia en el manejo de las cuencas hídricas es una de las contribuciones más significativas de esa autoridad comunitaria al esfuerzo impulsado por la administración de Maldonado, que concluirá su gestión el 14 de enero de 2016.
Guatemala es uno de los territorios donde se alberga la mayor diversidad biológica del planeta, sin embargo está entre los 10 más afectados por el cambio climático, lo cual perjudica la calidad y cantidad de recursos hídricos, aumenta la degradación del suelo, y provoca serios daños en los sectores sociales, económicos y ambientales del país, refieren informes del MARN.
Los desastres derivados del cambio climático conspiran en favor del incremento de la pobreza en el territorio, en tanto causan cada año decenas de pérdidas de vidas humanas, el aumento de enfermedades asociadas a factores medio ambientales, mermas en la productividad agrícola, deterioro de la infraestructura y de la diversidad biológica, agregan.