El Ministerio del Poder Popular Para Relaciones Interiores, Justicia y Paz (Min-Justicia) realiza talleres de Prevención de la Violencia Escolar en todo el país, en el contexto de la Gran Misión A Toda Vida Venezuela en su primer vértice.
Ayer le tocó el turno al Liceo Bolivariano Pedro Emilio Coll, en la parroquia Coche de Caracas, donde la psicóloga Amarilis Gil compartió con las y los docentes orientaciones para abordar el problema.
“Para combatir la violencia en el ámbito escolar no solo debemos preocuparnos por instruir a los estudiantes, también se debe proporcionar a las profesora y a los profesores, los instrumentos teóricos que les faciliten la identificación de las agresiones y mostrarles cómo actuar en consecuencia”, indicó Gil, facilitadora adscrita a al Dirección de Prevención del Delito (DPD ) de Min-Justicia.
La especialista cuestionó la facilidad con que “permanentemente se acusa a la población estudiantil de promover las acciones violentas en las instituciones”. En este sentido, manifestó que el cuerpo docente es parte del sistema escolar y no es ajeno a lo que ocurre, por lo que profesoras y profesores pueden incurrir en prácticas inadecuadas. Por eso, el taller incluye la corrección de posibles fallas en su relación con las y los estudiantes.
TIPOS DE VIOLENCIA ESCOLAR
La psicóloga definió la violencia escolar como “toda conductas de maltrato e intimidación ejercidas entre los alumnos, docentes, personal administrativo, obrero y las y los representantes, que se producen dentro de las instalaciones escolares y sus alrededores”.
Afirmó que existen ciertos factores de riesgo que influyen en la aparición del fenómeno: “La exclusión social, la naturalización de la violencia en la sociedad, la exposición continuada a hechos violentos, especialmente en los medios de comunicación, la carencia de formación en valores y, además, el escaso manejo de herramientas para la resolución de conflictos”.
Gil refirió que en los recintos escolares se pueden encontrar varios tipos de violencia, los cuales se definen según el origen de la agresión. En este sentido, advirtió que la violencia puede ser entre alumnos o alumnas, entre el alumno y docente o entre docentes y alumnos. Explicó que en estos casos se destacan las descalificaciones, el lenguaje obsceno, los golpes, el hurto y los ataques sexuales.
“También existen otros casos donde la agresión proviene del docente y va dirigida a las y los representantes”, acotó, y agregó que en ocasiones el hecho violento puede ser perpetrado por el personal obrero.
QUIÉNES AGREDEN
En cuanto al perfil del agresor o la agresora, Gil señaló que estos individuos presentan conductas de liderazgo y cuentan con personas que apoyan su comportamiento violento. “Estas personas presentan baja tolerancia a la frustración y muestran dificultades para relacionarse con personas de autoridad, al igual que para cumplir normas y respetar los límites”, indicó.
Durante el taller se habló sobre las consecuencias de la violencia. Se destacó el ausentismo escolar como una de las principales consecuencias del fenómeno. También se formularon estrategias como la comunicación y el permanente adiestramiento del personal docente. “La sociedades viven cambios permanentes. En este sentido, los profesores deben prepararse para saber enfrentar las dificultades que se les planteen durante su desempeño profesional”, manifestó Gil.
EN TODO EL PAÍS
Actualmente la DPD se encuentra desplegada a escala nacional impulsando los talleres para prevenir la violencia. En el caso de Distrito Capital más de 30 instructores trabajan en las parroquias Catia, La Vega, El Calle y Coche, entre otras, instruyendo a los docentes de las escuelas nacionales y distritos.