Este lunes|Gobierno de Níger alerta sobre tráfico de armas desde Libia

Luego del derrocamiento del gobierno del líder libio Muamar Al Gaddafi, la región del norte de África está amenazada por las armas que fueron robadas de almacenes del Ejército libio, alertó este lunes el primer ministro de Níger, Brigi Rafini.

«La situación ha generado condiciones muy complejas en las que los almacenes de municiones (libios) han sido saqueados y esparcidos en todas direcciones. Y todas las direcciones pasan por Níger», afirmó el gobernante, luego de reunirse con el presidente de Burkina Faso, Blaise Compaore.

Rafini indicó que la circulación incontrolada de armas procedentes de Libia es «una amenaza para la región y el mundo entero«.

El primer ministro subrayó que su país, fronterizo con Libia, está intentando atajar «toda esa circulación de armas» en defensa de los intereses de la región.

«A veces interceptamos convoyes dirigidos generalmente por nacionales nigerinos, pero también por nacionales de países vecinos y libios», precisó.

Rafini explicó que «estamos rodeados de grandes concentraciones de gente armada que nos preocupa y, por eso, buscamos soluciones para instaurar la paz en la región. Porque hace falta. Nosotros sabemos lo que cuesta un conflicto».

Cuando comenzó el conflicto interno en Libia, y posterior agresión militar de la Organización del Tratado para el Atlántico Norte (Otan), las fuerzas procoloniales saquearon destacamentos militares y almacenes del Ejército.

También se conoció que cientos de soldados tuaregs que defendían al gobierno de Gaddafi se han dispersado por la región y algunos han regresado al desierto de Mali y Níger.

La semana pasada, el Ejército de Níger asaltó un convoy de doce vehículos cargados con armas procedente de Libia, en una operación en la que seis de los traficantes fueron abatidos y otros trece apresados.

A principios de noviembre, la propia Otan alertó sobre el actual tráfico de armas desde Libia y llamó al Consejo Nacional de Transición (CNT) a evitar que esto suceda.

El secretario general de la alianza imperial, Anders Fog Rasmussen, expresó en ese momento que las nuevas autoridades libias «deben jugar un papel responsable en la región y, entre otras cosas, impedir la propagación de las armas en el norte de África».

Quien también alertó sobre la actual situación en Libia fue el senador ruso Mijaíl Marguélov, al declarar que la comunidad internacional debe crear un mecanismo para controlar el tráfico de armas procedentes de los arsenales de esa nación.

El legislador indicó que es necesario «controlar esta fuga de armas y si es necesario también decomisarlas».

Como ejemplo de lo que sucede, Marguélov afirmó que un sistema antiaéreo portátil libio se ofrece por el precio de dos fusiles Kaláshnikov.

Fuente/AVN