El Gobierno de Rusia rechazó que se apliquen nuevas sanciones contra Irán, que obedecen a las acusaciones de Estados Unidos y otras potencias occidentales, quienes afirman que la nación persa pretende fabricar armas de destrucción masiva.
Estas sanciones pretenden aplicarlas aún cuando el Gobierno del presidente Mahmud Ahmadineyad sostiene que Teherán lleva adelante la producción de energía nuclear con fines pacíficos.
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, afirmó este jueves que no se pueden permitir nuevas sanciones, porque han agotado su utilidad.
El representante diplomático de la nación euroasiática consideró que si se deciden otras sanciones “significarían sólo que la comunidad internacional busca ahogar la economía de Irán, y esto llevaría a una crisis humanitaria en el país”.
En la última reunión del Consejo de Seguridad (CS) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) fueron adoptadas varias resoluciones en contra de la nación persa, promovidas por el grupo 5+1, integrado por Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Rusia y China.
Lavrov explicó que “el hecho de que Rusia respaldara esa resolución no significa que ahora abogue por un endurecimiento de las sanciones”.
La última ronda de negociaciones entre las grandes potencias e Irán, celebrada el 21 y el 22 de enero pasado en Estambul (capital de Turquía), concluyó sin acuerdos ni avances concretos.
El mes pasado, el presidente iraní Mahmoud Ahmadineyad indicó que su país sigue avanzando en su programa nuclear y advirtió que no se desviará de sus objetivos, pese a las sanciones, porque el desarrollo en materia atómica es un «derecho inalienable» de la nación del golfo pérsico.