Por Andrés de Chene|Grecia (Opinión)

Ha sido ese bello país turístico, lleno de historias del pasado universal, de lo que mas se ha ocupado la noticia internacional en los últimos días. En ningún momento se da respuesta a la razón del por qué, en pocos años se convirtió en el mayor comprador de armamento militar a Alemania/Francia, por ejemplo.

¿Quién deseaba invadirlo o a quién pensaba ese sano pueblo pacífico declararle la guerra? Dos interrogantes sin respuesta. No la tiene. Entonces no es complejo pensar que sobre la base de vender sus producciones, sin tener otros mercados, abrieron todo el crédito posible a Grecia para venderle esa innecesaria exportación, acumulando a la fecha cerca de 200 mil millones de dólares.

No solo crédito de estos gobiernos, se lanzó también a colocar fondos el Banco Mundial y el propio Fondo Monetario Mundial. Y Grecia y sus gobiernos de derecha del pasado se limitaron a aceptarlos y pagar intereses, por lo que ahora se ha encontrado con grandes dificultades para cancelar los vencimientos.

Es práctica obscena de estas organizaciones internacionales ofrecer y colocar créditos para después ahorcar en lo posible las economías no desarrolladas con exigencias de austeridad, que debilitan a los pueblos y los exponen a grandes cambios en su sociedad. Es cierto, que también, en algún momento, estos países han podido darse cuenta de que no requerían de la apertura de saldos crediticios de esa magnitud, para el bien de sus gobernados.

En Grecia, por lo menos, no se reflejan en positivas transformaciones sociales, como asistencia médica, vivienda, educación y otros, mas bien en ofrecer satisfacciones en el mejor vivir, justamente, lo contrario al proceso bolivariano, iniciado en 1999 por el presidente Hugo Chavez Frías y aun sostenido exitosamente. Recuérdese en Venezuela que uno de los pasos positivos, en cuanto a financiamiento se refiere, fue cancelar por completo deudas con estas organizaciones crediticias, mientras que obligaciones con gobiernos no se han abierto. En Grecia sí, la dupla alemán/francés directamente cancelaba a productores locales y vendía a crédito a Grecia. Esa es la gran diferencia.

Ha tocado el valor del euro este arduo debate y fortalecido en algo el de otras divisas, pero con seriedad y proponiendo con honestidad se ha ido solucionando el refinanciamiento, con lo cual descansa su Gobierno, abriendo nuevas locales oportunidades y estabiliza el mercado internacional. ¡Dios, bendice nuestra bella Venezuela!

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