Anunció Yannis Sturnaras| Grecia usará nuevos fondos europeos para recomprar parte de su deuda

Grecia recomprará su propia deuda en el mercado secundario con un nuevo préstamo del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, explicó este miércoles el ministro de Finanzas, Yannis Sturnaras.

«El dinero será prestado por nuestros socios», afirmó el alto funcionario en rueda de prensa, donde además dijo que las condiciones técnicas del proceso se anunciarán la próxima semana.

Según el acuerdo al que llegó el Eurogrupo esta semana, las medidas para reducir la deuda de Grecia hasta 2020 incluyen un proceso de recompra de bonos griegos en manos privadas, que actualmente se comercian a un tercio de su valor, lo que ahorraría al país una cuantiosa suma.

Sin embargo, diversos analistas han alertado que el simple anuncio de esta operación puede elevar la cotización de los bonos, con lo que se reduciría el efecto positivo.

El proceso de recompra debería terminar antes del 13 de diciembre, cuando se otorgará el nuevo tramo del rescate por valor de 34.500 millones de euros.

El préstamo para la recompra no entra dentro de esa partida, sino que irá aparte y será devuelto con el ahorro obtenido en el proceso.

«La cantidad que supondrá la reducción de (el pago de) los tipos de interés es mayor de lo que pagaremos (por los bonos)», precisó Sturnaras.

El ministro puntualizó que la participación en el proceso de recompra será «voluntaria», aunque invitó a los tenedores privados a aprovechar la «oportunidad».

También informó que los agentes que llevarán a cabo la recompra de bonos son «dos grandes bancos internacionales con presencia importante en el mercado secundario de bonos».

La recompra «tiene que funcionar», subrayó Sturnaras, aunque aseguró que «hay un plan B» para el caso de que el proceso fracase, aunque no quiso desvelarlo.

Sturnaras confirmó también que la mayor parte del tramo del rescate de 34.500 millones de euros se dedicará a la recapitalización de los bancos y al pago de las deudas del Estado con las empresas privadas.

Texto/CO
Fuente/El País