La Secta Pagana de la Montaña se adjudicó el atentado al sistema de autobuses articulados Mexibús, en el Estado de México, y señala que defienden la vida salvaje, natural, revelan este lunes medios de prensa del país.
Los artefactos ocasionaron quemaduras leves a un trabajador y daños a varios vehículos al estallar cuatro bombas caseras en autobuses de la Línea 2 del llamado Mexibús, en la madrugada del pasado sábado.
También fueron descubiertos igual número de explosivos en autobuses de las estaciones Coacalco y Tultitlán, de acuerdo con informaciones de Juan Sánchez, presidente de la empresa Transcomunicador Mexiquense.
La línea 2 del Mexibús que entró en operaciones en enero de este año mueve diariamente unos 200 mil pasajeros, además de contar con 42 estaciones y 62 autobuses articulados, de ellos 10 de reserva que sustituyen a los dañados por el atentado.
Los autores divulgaron en la página web contrainfo, que la colocación de los explosivos son una muestra de rechazo y repudio, en contra del frenético avance del desarrollo moderno.
Las ciudades crecen, precisa el grupo, devorando las montañas y las zonas salvajes, la mancha urbana cubre los territorios del coyote, del venado, de los halcones, usurpan su hábitat, orillándolos a una vida en cautiverio y reduciendo la vida silvestre a miserables reservas naturales ecológicas.
«Nuestros actos son en defensa de toda la vida salvaje. Si la civilización destruye la naturaleza, nosotros responderemos de la misma forma», subraya la Secta.