«Mandela fue mi prisionero, mi amigo, mi presidente y mi padre», dijo Christo Brand, de 53 años, el guardia de prisión de Nelson Mandela en Robben Island.
Brand siguió siendo el guardia de prisión de Mandela cuando fue transferido a Pollsmoor, en Ciudad del Cabo, y a la prisión Victor Verster, en la provincia de Cabo Occidental, reseñó DPA.
«Cuando fue liberado la prisión me pareció vacía. Pero seguimos en contacto. Fue como un padre para mí. Tenía los pies en la tierra. Cuando yo tenía un problema, él me aconsejaba. Era mi prisionero, pero era mi padre», confesó Brand.
«No había barrera de color entre nosotros. Era un ser humano», añadió. «No tenía permiso para hacerme su amigo. Teníamos que hacer nuestro trabajo. Pero si te hacías amigo, lo hacías en horas», expresó.
Por su parte, el personal de la prisión Pollsmoor, en la que Mandela pasó cuatro años, recordó este viernes que los funcionarios del apartheid les dijeron que se trataba de un terrorista.
«Nos dijeron que debíamos ser cuidadosos, que ese hombre era un terrorista. Pero entonces Mandela nos preguntó por nuestras familias. Tenía tanta humanidad, nos sorprendió de inmediato», dijo el director regional de servicios penitenciarios Delekile Klaas.
Mandela fue transferido a Pollsmoor en 1982, después de haber estado tras las rejas en Robben Island durante 18 años. Varias decenas de funcionarios, muchos de los cuales conocieron a Mandela en Pollmoor, rezaban y cantaban hoy en honor del luchador por la libertad.
«Se ha caído un gran árbol. El amor nunca acaba, pero lamentablemente la vida sí», afirmó Klaas. «El largo camino de Madiba llegó a su fin. Su viaje fue completado. Misión cumplida», añadió.
«Incluso en las situaciones más provocadoras, Mandela se mantuvo firme y trabajó por la justicia y la reconciliación», dijo Klaas. «Nos alentó a construir una sociedad inclusiva. Si vivimos nuestras vidas en el espíritu de Mandela, haremos justicia a su legado».