Hacia otra sociabilidad

Por: Orangel Rivas

La convocatoria de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) por parte del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela es una acción que aglutina, convoca y le confiere una direccionalidad específica de lucha al pueblo, especialmente al chavismo. Estamos inmersos en una pugna entre el metabolismo social del capital y el metabolismo social del trabajo.

La Constituyente es la opción política de transitar hacia el socialismo de manera democrática y pacífica, como alternativa a la confrontación armada, como expresión máxima de la lucha de clases.

El capitalismo sustituyó la producción de riqueza material orientada a la satisfacción de necesidades humanas a estar orientada a la obtención de mercancías intercambiables en el mercado.

El proceso constituyente es la oportunidad para asegurar como derecho la ofensiva socialista, que consiste en superar la división entre política y economía en el seno de las fábricas, porque en el capitalismo la producción se realiza mediante el gobierno del capital sobre el trabajo para la extracción de plusvalía, en el que la subordinación del trabajo al capital permite obtener una ganancia sobre la mercancía producida.

La sociabilidad socialista alternativa al capitalismo supone que la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, esto es el pueblo-trabajador con mando en los centros de producción de bienes y servicios, donde queda abolida la relación de trabajador asalariado subordinado al capital, recuperando su rol genuino de productor con don de mando.

En el socialismo el trabajo como productor de valor y no el capital tiene el poder político en los centros de producción y se elimina la separación del trabajador de los medios de producción que es intrínseco al capitalismo.

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Caracas