El sitio web de noticias Quartz publicó un artículo de Devin Cohen titulado: “Hay un Ingrediente Secreto en sus Hamburguesas: Pulpa de Madera”. Dado el titular y la ya presente sospecha de la gente con respecto a todos los ingredientes oscuros y potencialmente peligrosos ocultos en los alimentos, el artículo ganó mucha atracción. En los días siguientes, más periodistas y blogueros se han centrado en los peligros de este aditivo (poco claro) y si es o no es una situación generalizada en toda la cadena alimentaria en lugar de alimentos de comida rápida (parece ser).
El ángulo que no se ha explorado tanto es la tendencia general. Si se asume que la pulpa de madera es algo seguro para consumir, ciertamente parece tener ningún valor nutricional en absoluto. Por lo tanto, ¿por qué las compañías están introduciéndola en los alimentos? Es más probable que sea para enmascarar la inflación y tener más beneficios.
El artículo de Quartz señala que es posible que haya más fibra en su comida de la que imagina. Burguer King, McDonald’s y otras compañías de comida rápida enumera en los ingredientes de varios de sus alimentos, celulosa microcristalina (MCC) o «celulosa en polvo» como componentes de sus productos del menú. O, en otras palabras, pulpa de madera.
La sustancia antiaglomerante opera bajo varios seudónimos, que van desde celulosa en polvo, a metilcelulosa hasta resina de celulosa. La entrada de esta fibra no absorbible en los ingredientes de comida rápida ha sido sigilosa, además generalizada: El compuesto se puede encontrar ahora en panes, quesos, salsas, tortas, batidos, bollos, papas fritas, aros de cebolla, batidos, carnes, básicamente todo.
La rentabilidad de este relleno ha llevado a muchas cadenas utilizar cada vez menos pollo en su «pollo» y menos crema en su «helado».
Un estudio realizado por U.S. Pharmacopeial Convention y publicado en enero del 2013 mostró que el fraude de alimentos aumentó en 60% en 2012.
Por otro lado, estudios realizados por el grupo Oceana, publicado en marzo del 2013, mostraron que el 59% del “atún” vendido en Estados Unidos no es atún pero sí escolar, un pez que puede causar prolongada e incontrolable fuga de grasa anal”.