Colectivo La araña feminista|Hay una boca que nos nombra (Opinión)

Aunque, al decir de nuestra querida poeta Lydda Franco, no nacimos “para ocupar un espacio y nada más”, es justicia que sigamos empecinadas en ocupar los espacios que nos han sido negados por el sistema patriarcal. Mientras más estadísticas conocemos sobre la participación de las mujeres en espacios de diversa índole, más nos convencemos de esta necesidad.

A propósito de celebrarse el 12° Festival Mundial de Poesía próximamente en Caracas y en otras regiones del país, queremos ilustrar con datos significativos cómo las mujeres hemos quedado bastante al margen de la vida literaria, incluyendo el Festival. Por ejemplo, en 12 años este evento ha homenajeado a 16 escritores (lo digo en género masculino porque son la gran mayoría), de los cuales solo dos han sido mujeres: Ana Enriqueta Terán (2007) y María Auxiliadora Álvarez (2015).

Otro dato revelador es que en la décima edición de este mismo festival hubo 61 invitados nacionales e internacionales, incluyendo a los homenajeados. De ellos solo 19 eran mujeres. Es decir, en el libro que antologa el trabajo de las y los poetas invitados, los hombres triplican la cantidad de mujeres. Si bien estas actividades han venido ampliando la oferta cultural venezolana y los espacios de participación de escritoras y escritores que en otros tiempos eran discriminados, sigue ausente el criterio de equidad de género a la hora de hacer estas convocatorias.

La censura es histórica. María Riera en su artículo “Sin engaños ¿Cuánto han cambiado las cosas en el mundo editorial para las narradoras venezolanas?” señala que aunque haya habido una existencia previa de la escritura femenina, solo entre 1930 y 1940 se empezaron a publicar libros escritos por mujeres, una literatura caracterizada además por salirse del canon literario de la época (el masculino), rara y por supuesto subversiva.

Riera, en el mismo artículo, trae a colación una cifra según la cual apenas el 7% del catálogo de la Biblioteca Ayacucho para el año 2009 corresponde a obras de autoras. La Biblioteca Ayacucho, el sello editorial venezolano de mayor prestigio internacional, editó en 1995 junto con Monte Ávila Editores, el Diccionario Enciclopédico de las Letras de América Latina (Delal). Haciendo una revisión del índice de autores incluidos en los tres tomos, obtuvimos el siguiente resultado preliminar: de 691 entradas solo 102 corresponden a mujeres.

NUESTRA PROPUESTA

En julio de 2014, en el contexto de la Feria del Libro de Caracas cuyo discurso íntegro era en homenaje a escritores varones, un grupo de mujeres de diferentes colectivos nos juntamos y desarrollamos nuestra propia agenda. Una de las actividades de esa agenda la denominamos “La Gran Putada”, un recital de poesía feminista escrita por mujeres. La primera edición la hicimos en homenaje a Lydda Franco Farías.

Este año nos colamos en la programación del 12° Festival Mundial de Poesía de Venezuela, lo que quiere decir que vamos avanzando. En esta oportunidad haremos nuestra primera antología poética cartonera y celebraremos con la cuarta edición homenaje a María Calcaño, una de las poetas venezolanas excluidas del Delal. Nuestra exigencia para los eventos literarios y las políticas públicas en materia editorial es incorporar como criterio de curaduría la equidad de género. Mientras tanto, “La Gran Putada” será la boca que nos nombra.

T/ Dayana López