El gobernador del estado Lara, Henri Falcón Fuentes, expresó su apoyo a la jerarquía de la iglesia católica venezolana, por la polémica generada con el cardenal Jorge Urosa Savino en base a declaraciones contra del Presidente de la República, Hugo Chávez, y el Gobierno bolivariano.
Falcón realizó una visita al arzobispo de Barquisimeto, Monseñor Jose Lopez Castillo, con quien “compartió un desayuno de trabajo”, acompañados de los párrocos de la Catedral barquisimetana, Monseñor Gerardo Navas, y de la iglesia Santa Rosa, Pablo Fidel González, según nota de prensa de la Gobernación larense.
Durante el encuentro, el gobernador les “ratificó su apoyo y el interés de mantener un diálogo franco, directo y respetuoso, como demostración de una auténtica democracia en un estado de concertación, tolerancia y esperanza, donde se respetan las opiniones de quienes apoyan o adversa al Gobierno”.
Pos su parte el arzobispo de Barquisimeto “resaltó la solidaridad del gobernador” con el cardenal Jorge Urosa Savino y con la iglesia, «no sólo en lo material, sino en actividades culturales, recreativas y espirituales”.
Agrego que “Henri Falcón es un hombre cercano a la iglesia y por ende a los más necesitados, con mucha adhesión en el catolicismo y hacia la Divina Pastora, por eso comulgamos con este tipo de encuentro, cargado de hermandad y cercanía”.
El gobernador del estado Lara, Henri Falcón, desertó de las filas políticas del Partidos Socialista Unido de Venezuela liderado por el presidente de la República, Hugo Chávez, y pasó a militar activamente en la oposición contrarrevolucionaria. Desde entonces, su gestión de gobierno ha sido dirigida en contra de la Revolución Bolivariana.
El Cardenal Jorge Urosa Savino, bajo su investidura eclesiástica, ha acusado públicamente al Presidente y al Gobierno de irrespetar al pueblo, la Patria y violar la Constitución Nacional, entre otros calificativos.
Las declaraciones de Urosa han tenido una respuesta contundente por parte del mismo presidente Chávez , los poderes del Estado, sectores políticos y sociales del país, los cuales rechazan que la iglesia católica vuelva a inmiscuirse en la política, tal y como lo hicieron cuando apoyaron el golpe de Estado de abril del 2002.
El presidente de la República, Hugo Chávez, y sectores políticos y sociales del país, han denunciado una nueva campaña desestabilizadora desplegada en contra del Gobierno Revolucionario y del pueblo venezolano desde sectores contrarrevolucionarios nacionales e internacionales.