Corría el año de 1870, la ciudad de Libertad en el estado Barinas veía nacer a uno de sus hijos más ilustres, que años más tarde, se convertiría en el primer reportero gráfico nacional. Su nombre: Henrique Avril, quien dejó como legado la historia gráfica de más de veinte estados del país.
“La obra de Avril va más allá de la cantidad de estampas que forman parte de su legado o de tener la certeza de quien fue el primero en aplicar la técnica fotográfica en nuestro país. Son elementos que emergen luego años de estudio, análisis y comparación con otros personajes no menos importantes que construyeron la memoria visual venezolana”, asevera Kari Luchony, una de las investigadoras del trabajo de Avril.
Luchony explicó que inició su investigación en el año 2005 y ha logrado recuperar el acervo fotográfico de Avril, entre los que se cuentan ejemplares de El Cojo Ilustrado.
En 1896, la revista caraqueña El Cojo Ilustrado (1883-1915) se interesó en el trabajo de Avril y es allí donde el barinés publicó más de trescientas fotografías. Avril comenzó a los 26 años en la publicación caraqueña, donde laboró por espacio de 19 años hasta el cierre de la revista en 1915.
En el Cojo Ilustrado logró explotar su potencial fotográfico. Interesado en conocer el territorio nacional, recorrió los veinte estados del país, registrando en su lente los inicios del desarrollo de las ciudades, costumbres, personajes y paisajes. Por este trabajo, Avril es reconocido como el primer reportero gráfico de Venezuela.
“En las innumerables fotografías que reflejan la cotidianidad, las tradiciones y costumbres, las celebraciones religiosas y las festividades populares, los oficios que hacia la gente para ganarse el pan de todos los días, así como, la construcción de acueductos, plazas, calles, tranvías y templos adoradores, elementos que constituyen la idiosincrasia venezolana decimonónicas y vigésima, pero que pueden ser aplicadas en el reporterismo gráfico del presente”, refirió Luchony.
VISIONARIO Y PIONERO DESDE JOVEN
Avril inició su carrera muy joven. En 1851, su padre Luis Avril, quien era miembro del movimiento impreso de Barinas en el siglo XIX, lo involucró en el oficio familiar y lo manda a Francia con sus tíos Edward y Felipe, éste último fundador de la Sociedad Francesa de Fotografía.
En Europa publicó sus primeros trabajos en la revista Photo–Gazell. Con apenas con 18 años de edad y de regreso a su tierra natal, Avril fue contratado por el “Diario La Prensa” del estado Lara. En 1859, trabajó en las publicaciones de los comunicados del General Ezequiel Zamora.
Entre los formatos de impresión utilizados por Avril se encuentran 16 x 20”, 9×12” y 5x 7” y utilizando un lente redondo logró trabajar la vista estereoscópica, pictografías y técnica de cristalotipos, algo innovador para la época.
La investigadora Kari Luchony considera a Avril como un visionario, argumentando que a finales del siglo XIX y a comienzos del XX en Venezuela no se hacían registros bélicos ni tampoco fotografía de denuncia. Avril fue un pionero del repoterismo gráfico cuando captó a través de las imágenes la guerra civil de 1901 a 1903.
“Estas imágenes dejan ver los desastres y consecuencias de guerra en distintas zonas. No se ha conseguido a otro reportero que se haya involucrado en esta área”, subrayó Luchony.
En 1886, Avril se une a Domingo Lucca, Rafael Requena y Diego Carbonell para conformar el primer club de
Daguerrotipo en Venezuela.
Fue el primer fotógrafo en trabajar la técnica del autochrome en Venezuela. Esta técnica, implementada por los hermanos Lumiére en 1903, consistía en la adición de color a las fotografías.
En 1906 contrajo nupcias con María Lourdes Ungüento Padrón, años más tarde se mudan a Puerto Cabello, lugar que sería escogido como base de operaciones de Avril.
Tras la desaparición de El Cojo Ilustrado en 1915, continúa su trabajo en la revista Actualidades y El Nuevo Diario de Rómulo Gallegos.
El 27 de junio de 1950, con 80 años de edad, Avril dejó el mundo que lo vio nacer y que inspiró los más hermosos e históricos trabajos fotográficos. Se apagó la luz del hombre más importante en la fotografía nacional y considerado como el pionero en el reporterismo gráfico venezolano. El día de su muerte coincidió con el 52 aniversario del nacimiento del Correo de Orinoco. Su experiencia es eco de constancia y creatividad en el mundo periodístico venezolano.
Tomando en cuenta el trabajo de Avril, la investigadora Kari Luchony exhortó a fotógrafos y reporteros gráficos a trabajar con la cámara no sólo para documentar, sino también como herramienta comunitaria para llevar la comunicación gráfica a un plano más de servicio y de bienestar a la población.